Un natural puro, canónico, expresivo y bello. Un natural dando el medio pecho, a media distancia del toro, adelantando la muleta, templando la embestida y rematando detrás de la cadera. Y todo ello con la figura erguida, el cuerpo sin tensión, descolgado según el lenguaje taurino, sin retorcimientos ni alharacas. Un natural puro. El gran natural de toreo puro de Juan Ortega Foto de Muriel Feiner tomada de Toros en el mundo No fue un natural aislado sino dentro de una faena bien planteada y bellamente resuelta a un toro de una feria de tercera categoría, como corresponde a Valdemorillo, pero con trapío, con fuerza suficiente y que manifestó su bravura en el caballo. Ayudados, derechazos, naturales, pases de pecho, uno de ellos buenísimo, trincherillas, todo fluyó con continuidad, como anteriormente los lances de capote, sin encimismos, sin arrebatos en el ruedo, que para eso estaba el público. Mató de bajonazo. Un público entregado a Juan Ortega, al vacilante Talavante y al poco sin