Asomarnos al estudio de la genética del toro bravo, nos abrió más incógnitas y nos destruyó más certezas de las que pensábamos antes de empezar la Tertulia con Javier Cañón, catedrático emérito de Genética en la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid. Sabido es que el toro bravo no es una raza única puesto que su variabilidad genética es mayor que la que le separa de algunas otras razas bovinas establecidas y que su denominación como toro de lidia es una calificación administrativa y no científica, pero esperábamos que los estudios genéticos llevados a cabo por el profesor Cañón y su equipo, patrocinados por la RUCTL y otras dos Asociaciones de ganaderos de bravo nos pudieran abrir un camino para entender la huella que la genética ha introducido o aprovechado de la bravura. Javier Cañón en la Tertulia de Jordán Por decirlo rápido, no existe el gen de la bravura, no hay un conjunto de genes que se puedan seleccionar para adaptar o mejorar la bravura. La s...
La plaza de toros La México llena de público es toda una experiencia. Aficionados y espectadores juntos en los verticales tendidos, con los pasillos recorridos por docenas de personas que ofrecen bebida, aperitivos que allí llaman botanas, patatas fritas esturreadas o no de salsa, recuerdos, todo en grandes canastas que viajan en sus manos, brazos o incluso cabeza, con la salvedad de que el maremágnum solo es entre toro y toro, esa buena costumbre que en Las Ventas ya se ha perdido hace tiempo (y tenemos que aguantar el paso incesante de camareros que distribuyen las bebidas como si estuvieran en un bar, sin respeto de la lidia) Una vieja imagen en la plaza México, que apenas ha cambiado con los años El comportamiento es apasionado, ruidoso, exuberante, sin freno, se aplaude, se grita, se jalea sin descanso ni apenas tregua, mientras que desde las alturas suena aleatoriamente un grito multitudinario diciendo “Porra de sol” o “Porra de alcohol” sin que haya sido capaz d...