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Mostrando entradas de abril, 2015

SANTOS, SASTRE DE LUCES Y COLORES ( y II )

Los toreros están orgullosos de sus trajes. Se visten para ellos mismos, pero se visten también para los demás, para los otros toreros especialmente. El vestido marca su status, no sólo debe ser funcional y bello, además puede ser recargado, singular, novedoso, elegante o caro. En los callejones de las plazas, se escrutan los trajes, se mira si resulta elegante como consecuencia del gusto del matador, si es más caro de lo habitual pues indica la situación en el escalafón de los ingresos, si incorpora un nuevo diseño que lo singularice. Los capotes de paseo que serán colgados de las barreras, son un escaparate del torero, ahí no hay funcionalidad, son sólo productos indicativos de su personalidad. Todo son muestras de la situación del torero, de sus anhelos, de su capacidad, de su gusto, de su “poderío” y como tal se toman. No todo es gran diseño y novedades, los trajes de toreros, también son para subalternos que buscan colores sufridos y bordados sencillos, ligeros y, evide

JUAN MORA, CAUDAL DE TORERIA

Tiene Juan Mora una palabra delicada, concisa y expresiva que surge de una voz pausada, de tono bajo y dicción clara, que se expresa no sólo con corrección sino con precisión gramatical. Fruto evidente de muchas lecturas aunque se confiesa un lector reciente, lo que no deja de sorprender al oírle hablar. Juan Mora en la Tertulia de Jordán Debe ser riguroso en su formación cultural, como lo es en su preparación profesional. “Busco la naturalidad y dejarme llevar por la inspiración, por eso dedico mucho tiempo y esfuerzos a la preparación, pues el dominio de la técnica por el artista hace que la inspiración fluya con mayor facilidad, con mayor caudal, con un chorro más lleno y potente” 2 de octubre de 2010 en Madrid Antoñete, a quien conoció de niño, ha sido su modelo. En el año 65, cuando la sorpresa luminosa de la faena al toro de Félix Cameno en Las Ventas ya andaba en tratos con su padre “El Mirabeleño”, quien montaba corridas y festivales por los pueblos de Anda

SANTOS, SASTRE DE LUCES Y COLORES ( I )

Caracolas, conchas, chaboletas, corazones, adornos propios de chaquetillas toreras. Dibujos que cambian, evolucionan, se perpetúan y se renuevan. Formas bellas que se distinguen sólo vagamente de lejos, desde el tendido, que sólo se alcanzan a entender desde el callejón, desde las barreras, sólo por los muy entendidos, por los curiosos, los estetas, los profesionales. El jaboncillo, las entretelas, los hilos de sorprendentes colores, los bordados realizados meticulosamente, con morosidad, son las señales de un taller de sastrería donde se despiertan los recuerdos de mi niñez y adolescencia. Santos maneja la gran tijera de cortar con pulso firme: “La primera que tuve me la regaló Fermín, que fue mi maestro”. Un vestido extraño el de torero, arcaico y funcional, antiguo y con los tejidos de la más alta tecnología. Una coraza para el torero, la chaquetilla lleva siete capas, cinco entretelas, un retor y la tela, los alamares y las hombreras, los bordados en relieve y es

OTRO PASEO TAURINO MADRILEÑO

Por iniciativa de Rafael Cabrera Bonet, un grupo de una veintena de aficionados nos dimos un paseo por algunos recuerdos del Madrid Taurino. Casa de Panadería en la Plaza Mayor, de cuyo uso como plaza de toros, nos dio cumplida cuenta Rafael Cabrera Bonet No fue un paseo, ni mucho menos, exhaustivo. sólo durante un par de horas recorrimos algunos lugares de Madrid donde la Tauromaquia ha dejado una huella en la historia madrileña y de los que hago una somera  enumeración . Hay muchos más que han salido en otros artículos y libros y que hemos ido, o iremos, recorriendo y contándolo en este blog. La Plaza de Santa Ana con el Hotel Reina Victoria al fondo El teatro Español  en la Plaza de Santa Ana donde Ignacio Sánchéz Mejías estrenó el musical Las calles de Cádiz y donde Federico García Lorca recitó por vez primera el Llanto por la muerte de Ignacio Sánchez Mejías, es uno de los muchos recuerdos de la Plaza de Santa Ana, donde también está el Hotel Reina Victo

DOMINIO Y QUIETUD

Dos maneras distintas de expresar el toreo el domingo de Resurrección en Madrid. Eugenio de Mora dominó a sus toros. Enganchó a su áspero primero que no tomaba el engaño y le obligó a seguir sus vuelos de muleta. En el cuarto explicó la necesidad del dominio dejando llegar mucho al toro en su primera serie de naturales para hacerle girar alrededor de su pierna izquierda, con mucha exposición y belleza. Brillaron también las dos últimas series de derechazos ligados y los ayudados por bajo de remate de faena, así como las estocadas. Eugenio de Mora Dominar al toro tiene el sentido de crear belleza con su dominio. No es un mero alarde de técnica, es la justificación de la tauromaquia. Un torero de formas poco refinadas como Eugenio de Mora, alcanza la belleza no por la composición de su figura, lo que sería pura marchosería o pinturería, sino por la expresión de su dominio. Cuando se deja llegar al toro con exposición y riesgo y se le hace girar alrededor de la pierna del tor