Debería haberlo leído antes, pero no fue hasta diciembre
cuando, de manera más sorprendente que curiosa me encontré con la revista (T)ORO,
que edita Plaza 1 para los abonados de Madrid, del mes de agosto pasado.
Portada del nº 5 de la revista (T)ORO,
editada para los abonados de Las Ventas
por Plaza 1.
Corresponde al mes de agosto de 2017
En este mundo de los toros donde sostengo que somos más los
escritores que los lectores, raramente los artículos taurinos ni las propias
revistas son tema de conversación habitual y no he echado de menos no recibir
la revista que me correspondería por ser abonado, justamente ahora que tengo
los abonos a mi nombre, después de más de 35 años acogido a la hospitalidad de
Ana que los gestionó durante todo ese tiempo.
Con la curiosidad que siempre me produce la letra impresa,
hojeé el ejemplar que encontré, cuatro meses después de su publicación, en el
mostrador de Viña P donde me entretuve en la foto de “Gallito en el Hotel
Castilla de Toledo”. De repente ví que el título de dicha foto estaba bien
puesto, figuraba como "Joselito el Gallo, en Toledo en agosto de 1916". Era la primera vez que aparecía la bella foto de Baldomero con su
exacta localización tras figurar durante muchos años con el erróneo título de
“Gallito en el portal de su casa de la calle Arrieta de Madrid”.
La foto reproducida en la revista (T)ORO
La ubicación es en la puerta del antiguo Hotel Castilla,
actual sede de la Tesorería de la Seguridad Social
La historia de la foto, el error de su ubicación y su
corrección en la entrada “La falsa calle Arrieta 3” de este blog, son
generalmente conocidas por los seguidores de la vida de Gallito o de la
fotografía de Baldomero, pero nunca había visto corregido el nombre en una
publicación.
Manuel Durán, referente de los estudios de fotografía taurina,
compilador junto a Juan Manuel Sánchez Vigil de la imprescindible Historia de
la fotografía taurina, era el autor del artículo en el que no sólo se mostraba
la foto con su título real, sino que se hacía una generosa descripción del
proceso de su hallazgo y se refería amablemente al blog y la entrada en el que
se había publicado.
Primera página del artículo de Manuel Durán,
acerca de Baldomero Fernández, en el que aparece la foto
Es una sensación grata y difícilmente explicable la que te
produce saber que has contribuido, mínimamente, a fijar una referencia, a
corregir un error, a matizar un título, a añadir un dato que aclara un viejo
pie de foto, arrastrado por la costumbre de
repetir sin fijarse en los detalles, a confiar en el trabajo de otros
aunque no conozcas su pertinencia, a dejarte llevar por la inercia. Que después
de ello veas que se ha empezado a corregir por una persona que es una autoridad
en la materia, me llena de orgullo, aunque sólo sea porque en un momento, no te
has dejado arrastrar por la corriente.
Sirvan estas breves líneas de agradecimiento público a Manuel
Durán y de bienvenida a la primera publicación de tan conocida foto con su
ubicación real.
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