Alberto Aguilar ha anunciado su retirada al final de esta
temporada. Se operará de una dura lesión en el pie que le quita facultades y
quizá deberá recuperarse también de un trato por parte de las empresas que no
le han valorado suficientemente su esfuerzo y su calidad.
Alberto Aguilar en la Tertulia de Jordán
Listo, rápido, sincero, las cualidades que demuestra en el
ruedo las muestra también en la conversación. Habla relajado y provoca confianza
con palabras sencillas e inteligentes. Satisfecho de su carrera, reconoce la
dureza de la misma. Una alternativa con poco brillo en Miraflores de la Sierra
en el verano de 2006, que tarda cuatro años en confirmar en una corrida de
octubre en Madrid, después de llamar la atención en las corridas toristas de
Francia, y siete temporadas lidiando corridas duras en Madrid y sus alrededores,
Pamplona y Francia, especialmente.
Alberto Aguilar sale por la Puerta Grande de Ceret
con una corrida de José Escolar en 2017.
En los últimos 20 años es la 2ª vez que un matador la abre,
el otro fue Fernando Robleño cuando toreó en solitario otra de José Escolar
En Ceret repite desde 2008 y este verano
abrió la puerta grande con una corrida de José Escolar. Dice que en Francia
reconocen el triunfo de los toreros modestos y les vuelven a contratar y les
mejoran las condiciones, tan diferente de España donde a final de temporada se
puede encontrar con liquidaciones por debajo de lo esperado, debido al peculiar
sistema de contratación por “lo convenido”.
Alberto Aguilar
No tiene antecedentes taurinos familiares y como corresponde a la época actual, en vez de escaparse a las capeas de los pueblos como se hizo hasta los años 60, se apuntó en la Escuela Taurina de Madrid. Afirma que quedó fascinado en la primera corrida a la que acudió de niño, viendo recibir a los toros con el capote. El encuentro entre la fuerza del toro que abandona los chiqueros y el frágil torero que lo recibe con su capote, resume cabalmente el significado de la corrida. La escuela taurina le formó como torero y como persona y volvería a ella con gusto. No sólo aprendió a manejar los engaños y los toros, sino también a respetar su profesión, a entender la necesidad de la superación, a manejarse ante la adversidad o a sobreponerse ante la injusticia, necesidades todas ellas de un torero.
En la Goyesca de 2013 cortó una oreja a un toro de El Cortijillo
Ha vivido la soledad de sus primeros años de alternativa, trabajando en otras cosas, viendo las corridas por la televisión y pensando que lo podría hacer mejor que muchos si le contrataran, hasta que Fernández Meca le dio su primera oportunidad como matador de toros en Francia, desde la que ha desarrollado su carrera que ahora lleva Antonio Vázquez y en la que también ha sido apoderado por Simon Casas y José Antonio Campuzano.
Se siente respetado por la afición de Madrid pues siempre ha dado la cara y aunque no hay obtenido triunfos resonantes ha estado delante de toros duros y encastados como Liebre de Rehuelga, Vinagrero de Cuadri, Jabalinoso de Saltillo, Camarín de Baltasar Ibán al que cortó una oreja y Rencoroso de Montealto con el que estuvo a punto de abrir la Puerta Grande.
Alberto Aguilar con Camarín de Baltasar Ibán, al que cortó una oreja
y con Liebre de Rehuelga, al que mató tras ser cogido por el toro,
ambos toros fueron premiados como el más bravo de San Isidro 2016 y 2017
No tiene reproches hacia la dureza del mundo de los toros que
no trata a todos por igual y lamenta, como todos los matadores encasillados en
las corridas duras, que no le hayan dado oportunidades con corridas menos
comprometidas, pero mira su carrera, que emboca su última temporada, con la satisfacción
de haber participado en lo que considera el espectáculo más real que existe
actualmente, en el que no hay efectos especiales, en el que sólo están, en
definitiva, en el centro del ruedo, el hombre y el toro, con la vida en juego.
Espera poder dedicarse a otras actividades dentro del mundo taurino y ahora
está apoyando a un joven novillero, Jorge Ysiegas, en lo que puede ser el
inicio de una nueva faceta.
Alberto Aguilar piensa seguir en el mundo del toro,
cuando se retire de matador al final de esta temporada
No pone mala cara cuando se comenta la posibilidad de volver a
los ruedos tras la operación que le espera, pero al mismo tiempo, tuerce el
gesto, quizá pensando en la dificultad de reengancharse al carro de las
corridas duras, en un sistema que pone autopista para algunos y camino bacheado
para otros.
Fotografías de Andrew Moore
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