LO MÁXIMO PARA UN TORERO ES NOTAR LA PLAZA DE MADRID RENDIDA A SU TOREO. FERNANDO ROBLEÑO EN LA TERTULIA DE JORDÁN
Fernando Robleño realizó al toro Navarro-15 de Valdellán, una
de las mejores faenas de la temporada 2018 en Las Ventas, en el primer desafío
ganadero del mes de septiembre. Una gran faena tanto por la importancia del
toro, grande, fuerte, bravo y encastado, como por la calidad y entrega del
torero, que dejó con dos series de derechazos y una de naturales, un acabado
ejemplo del arte de torear con riesgo y belleza.
Fernando Robleño en la Tertulia de Jordán
Una faena de gran repercusión entre los aficionados, pero de
escaso reflejo en los despachos donde se organiza y planifica la temporada en
otro ejemplo de la rutina empresarial, de la que sólo parecen salvarse, algunas
plazas francesas gestionadas por aficionados. En Céret, Dax o Vic Feçensac,
Fernando Robleño acude con frecuencia al reclamo de los aficionados que
aprecian su madurez ante corridas difíciles. En Céret mató en solitario una
corrida de José Escolar, un homenaje de su afición, aunque sea al tiempo una
dura prueba, y es asiduo de sus carteles.
Toreando a un Saltillo y saludando tras una faena
en Céret en 2016 y 2018
Una carrera que empezó cuando pudo ingresar en la Escuela de
Madrid, justo al cumplir los 12 años, que es la edad mínima permitida. En los
primeros años 90 compartió las clases con toreros como El Juli, quien fue
testigo en su alternativa aunque no ha vuelto a torear con él, o Miguel Abellán.
Como becerrista y novillero dejó muestras de un toreo de gusto y valor.
Sus facciones suaves están marcadas
por la dureza de su carrera taurina
Sin antecedentes taurinos familiares, ha querido ser torero
desde su niñez y en ese sueño continúa después de 18 años de alternativa, en
una dura carrera en la que el año pasado antes de la faena a Navarro, sólo
tenía cinco corridas toreadas. Sólo en una ocasión ha sido apoderado por una
casa importante, como son los Choperas, sin que los resultados fueran
brillantes, por lo que su carrera ha estado unida a apoderados independientes
y, por tanto, de escasa fuerza en los despachos.
Toreando con verdad y belleza a Navarro-15 de Valdellán
Foto de Ana Escribano tomada de Toro, torero y afición
Como aficionado es habitual verle en los tendidos de la plaza
y conoce bien las valoraciones del público en Las Ventas, que cree muy
variables y cambiantes, quizá propiciadas por la rotación del público y la
falta de un grupo numeroso de aficionados.
Estocada a Callejero-11 de Rehuelga
Sus gestos son afables, en un semblante marcado por la dureza,
como si su cara de facciones suaves hubiera ido cambiando al compás de su
carrera, en la que dice no se ha podido permitir muchos respiros, hasta el
punto que, reconoce, lo que le gustaría hacer en el mundo del toro es realizar
una temporada completa, estando en las ferias, y como dicen los clásicos,
empezando en Valencia y terminando en Zaragoza.
Firmando un recuerdo para la Tertulia de Jordán
Ese sueño todavía lo tiene pendiente de cumplir, pero sí ha
saboreado la gloria en Las Ventas, de donde ha salido tres veces a hombros y
donde ha vivido lo que, afirma, es lo máximo para un torero, que es sentir la
plaza de Las Ventas rendida a su toreo.
Fotos de Andrew Moore
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