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DILES QUE NO ME OLVIDEN. TRAS LAS HUELLAS DE JOSE MATA 2.1

2. LA CARRERA TAURINNA
2.1 Torero por encima de todo
La historia del toreo la forman los grandes maestros, aquellos que han marcado por su capacidad, su valor o su inspiración, los grandes hitos que han permitido lograr el favor del público y la pervivencia de un espectáculo siempre controvertido. Los toreros que figuran en el imaginario colectivo, héroes populares que han sido cantados, recordados, reverenciados por el público y los aficionados. Lagartijo y Frascuelo, Guerrita, Joselito y Belmonte, Manolete, El Cordobés, Paco Camino y El Viti, Antoñete, César Rincón, Enrique Ponce y José Tomás. Estos grandes nombres son la imagen visible, la huella gloriosa, la espuma de un espectáculo complejo, de aprendizaje difícil, duro con sus participantes y muchas veces cruento hasta la muerte, que abre las puertas de la gloria a algunos y deja fuera a muchos otros.
Cogida de Juan Belmonte. 
Pero esta no es toda la historia, hay muchas más historias. Algunas como las que recogen las tragedias se escriben con letra gruesa. Otras se escriben con letra chica, en algunos casos casi imperceptible, como aquellas que recogen los anhelos de tantos que no llegaron por problemas vitales o simplemente por no tener condiciones adecuadas para torear, también de aquellos que su ilusión se vio cortada por una sucesión de mala suerte o de cogidas inoportunas, que en algunos casos han dejado secuelas de incapacidad física o incluso la muerte,



José Mata
Tomada de Garafía
Hay toreros que son encumbrados fugazmente por la novedad, por la casualidad de una buena tarde, por una buena administración, porque se vislumbra en ellos buenas maneras o poseen un valor desbordante. Pasado un momento de euforia, forman un pelotón de descartes que van rellenando huecos cada vez más escasos, entrando en una vía muerta de la que difícilmente se sale y muchos de ellos van a nutrir las filas de los banderilleros, desde donde pueden seguir viviendo su afición y encuentran un medio de vida.
Portada de Historia del toreo de Néstor Luján
Otros no llegan a ver su momento de gloria y se retiran o pasan directamente a subalternos o a diversos oficios relacionados con el mundo del toro. Algunos de entre ellos resisten confiados en su capacidad e insisten concienzudamente llamando a las puertas de las empresas que acaban dándoles supuestas oportunidades que acaban por hundirlos.
Todas estas historias son también historia del toreo.


Cartel de José Mata en Madrid
Cortesía de Juan Carlos Olalla
Mata tiene una carrera plagada de altibajos, con épocas de mayor relieve y otras de práctica desaparición de los carteles. Luchó por su condición de torero en condiciones desfavorables, fuera de los grandes circuitos taurinos, sin apoderado salvo alguno ocasional, apoyado por los amigos fieles y su círculo cercano, con una gran confianza en sus posibilidades y ejerciendo diversas actividades que le permitieron vivir y mantener su afición.                                 
En su círculo cercano Mata hablará de su amigo Antonio Hermosilla. También de Antoñete Iglesias quien fuera novillero antes de la guerra civil y posteriormente banderillero con toreros de postín como Antonio Bienvenida o Julio Aparicio, y le ayudó en su carrera taurina, ejerciendo labores cercanas a las de apoderado, hasta la aparición de Gonzalo Sanjuan, como apoderado formal. 

Cartel de Antoñete Iglesias, novillero en 1935

Román Encinas, antiguo novillero con el nombre de El Niño de la Mercedes, le acompañó como banderillero desde sus tiempos de novillero y le llevó a torear a su pueblo, Nava de la Asunción en Segovia, donde repetiría varios años, llegando incluso a inaugurar la plaza nueva de construcción estable en un festival con Victoriano Valencia. Mata dejó muy buen recuerdo en el pueblo como una persona alegre y desprendida, además de buen y valiente torero.

Román Encinas junto a José Mata 
en el patio de cuadrillas de Madrid en 1962
Cortesía de Amador Marugán

Llegó a tener una peña taurina en su época de novillero. Jesús Ron animador del ambiente taurino en Guadalajara y actual presidente de la Peña Saleri II, sobre quien ha escrito una biografía, presentada en un libro en Las Ventas en la feria de 2014, fue su presidente y fundador en 1964, cuando Mata era aún novillero. La peña le ofreció, tras su fundación, una comida en el hotel Victoria a la que también asistió Antonio Bienvenida. Siempre inquieto, Mata participó en numerosas actividades sociales entre ellas, en una revista oral junto a destacados futbolistas y artistas que el mismo Jesús Ron realizaba en el colegio San Pablo.


José Mata con Jesús Ron
Cortesía de Jesús Ron

Entrañables, pero pocas ayudas en este mundo complejo de los toros. donde hay tantas cosas decididas antes de empezar, donde remar contra corriente por no estar en el grupo de los elegidos e intentar entrar en él, supone arriesgar en demasía.


Cartel de la Revista oral en la que aparece
José Mata junto a los futbolistas Evaristo y Ramiro

Pero Mata tenía confianza en sus cualidades. Quienes le conocieron hablan de un hombre simpático, expansivo, muy activo, enamorado de su profesión y entregado a su arte. En las fotos, Mata aparece con una amplia sonrisa, vital, animoso, confiado. Además de las fotos  se puede ver a José Mata en el cine, no en vano en la placa que le recuerda en Las Tricias dice “actor de cine y matador de toros”. Aunque primara su vocación torera participó en varias películas.



Su filmografía, según Muriel Feiner incluye las siguientes películas: Chantaje a un torero, Tarde de Toros, Sangre en el ruedo, El marinero con los puños de oro y Don Erre que Erre, Mata en una entrevista en El Ruedo añade El relicario, que dice acaba de terminar en septiembre de 1970


José Mata en su papel de "Calero" 
en Chantaje a un torero

Se puede ver extensamente a José Mata en la película Chantaje a un torero, en la que comparte protagonismo taurino con Manuel Benítez “El Cordobés”, protagonista e icono de la misma. Su personaje, “Calero”, destila ingenuidad, seguridad e ilusión, sin que las dificultades que le apartan de los mejores puestos le arrebaten la sonrisa. Tendemos a ver los personajes de las películas como autobiográficos sin que necesariamente lo sean, aunque en numerosas ocasiones se acercan ,y quizá para el “Calero” de la película, pusiera José Mata mucho de su auténtica personalidad.

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