Cuando a la muerte del cuarto novillo de Raso del Portillo, la
cobla Mil-lenaria, una formación musical específica de sardanas, que se encarga
de amenizar las corridas con música entre toro y toro, además de interpretar
Els segadors antes del paseíllo y La Santa Espina tras la muerte del quinto
toro, inició el pasodoble España Cañí, entendí que la corrida de toros tiene
algo singular que la hace estar por encima de tanto encono político e
identitario atizado socialmente.
La cobla Mil-lenaria, formación típica para tocar sardanas,
se encarga de tocar los pasodobles con gusto y elegancia
Catalanes y aficionados dicen los carteles, mostrando como unir lo que nos han querido vender como una contradicción. Aficionados toristas, debían añadir, que defienden la casta del toro bravo en la elección de sus corridas, que la muestran en su respeto escrupuloso de la suerte de varas y en su criterio al valorar los premios a toros y picadores. Aficionados toristas que por ello entienden y premian a los toreros que saben aprovechar la casta de los toros. Aficionados toristas que saben que “la tauromaquia no encuentra sentido sino en el enfrentamiento, el riesgo y el miedo”.
Capucherito-22 y Jilguero-11,
encastados y bien presentados toros de Saltillo
Las peregrinación a Ceret en búsqueda de la verdad de la
suerte de varas y la lidia de los toros de casta en esta feria bautizada como
la “Loca ensoñación” en conmemoración al 30º aniversario de la gestión de la
ADAC, eran un lujo torista, que tuvo su colofón en una gran corrida de José
Escolar, quien mandó seis toros encastados con cuatro ejemplares de nota para
Fernando Robleño y Alberto Aguilar mano a mano.
Cartel de Ceret de toros 2017
Miura mandó una corrida mansa y decepcionante de presentación,
cornicorta y con pitones escobillados que hicieron disculparse previamente a la
organización, aunque probablemente no fueran los toros reseñados previamente
los que llegaron a Ceret, sino una limpieza de corrales de la ganadería. Un
sobrero de Yonnet fue quien puso la nota de bravura (alta nota) de la corrida.
Toro de Miura con los pitones escobillados, como casi toda la corrida
que no obstante remataron con saña en los burladeros
Sobrero bravo de Hubert Yonnet en la corrida de Miura,
toreado por Octavio Chacón
La novillada de Raso del Portillo fue poderosa y tuvo su
momento de emoción en el sexto, premiado generosamente con la vuelta al ruedo y
picado por Gabin Rehabí, ídolo de la afición francesa quien salió a recoger el
premio a mejor picador de la corrida con su caballo.
Gabin Rehabí picando al 6º novillo de Raso del Portillo
El novillero francés Maxime Solera saca a saludar a Gabin Rehabí
Gabin Rehabí salió recoger el premio a mejor picador
de la novillada de Raso del Portillo con su caballo de picar.
David Prados recibió el premio a mejor picador de la dura y magníficamente presentada corrida de Saltillo, que tuvo una interesante segunda mitad con un toro noble,
uno bravo y uno fiero, con los que no se entendieron los matadores de turno,
que quizá hubieran lucido más en otro orden, pero en conjunto Saltillo estuvo
por debajo del año anterior.
David Prados ganó el premio al mejor picador
de la corrida de Saltillo, con sus varas a Jilguero-11
Salador-33, el bravo de la corrida de Saltillo
José Escolar mandó una corrida pareja, armada, fuerte, brava y
encastada, con la que triunfaron ambos matadores. Robleño hizo dos faenas
poderosas, la primera con gusto al bravo Confitero y con mucho oficio al
encastado Chumbero, rematando mal ambas con la espada. Aguilar no le perdió la
cara a Camionero y le compuso una poderosa al bravo Sevillano que fue premiado
con la vuelta al ruedo, ambas faenas las coronó con espléndidas estocadas.
Fernando Robleño hizo una gran faena al bravo,
aunque no bello Confitero-25
Alberto Aguilar, poderoso y gran estoqueador,
salió a hombros de los areneros, tras cortar dos orejas a
los bravos Camionero-46 y Sevillano-17
Y el sueño sigue. El sueño de unas corridas de toros donde se
permita al toro expresar su bravura en la suerte de varas, en la que se pide
que se haga con arreglo a las reglas del arte, picando arriba, sin rectificar,
sin recargar ni barrenar, sin tapar la salida del toro y poniéndolo lejos del
caballo, cuantas veces sea preciso para que el animal muestre su bravura y el
matador lo considere, sin apurarlo ni castigarlo con monopuyazos inmisericordes
como tantas veces vemos. Esta suerte de varas que desde Ceret se ha exportado a
toda Francia, pero que tanto cuesta ver en España. Por eso Ceret es de visita
obligada para un aficionado, como el santuario de la suerte de varas, que es
como decir de la bravura del toro de lidia.
Raúl Ramírez hizo la vistosa suerte del salto de la garrocha
con el quite con banderillas de Sánchez Vara.
Salió trompicado pero sin daño aparente
Reportaje fotográfico de Andrew Moore
Publicado en Opinión y Toros con un reportaje fotográfico de Agnes Peronnet
Publicado en Opinión y Toros con un reportaje fotográfico de Agnes Peronnet
Otros artículos sobre Ceret de Andrés de Miguel:
En Adiós Madrid 2016
En Opinión y Toros 2013
Vale la pena ratificar el trapio y la edad de los toros que salen a las plazas de toros de Francia.
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