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POR LA CALLE DE ALCALÁ. UN EJERCICIO DE NOSTALGIA MADRILEÑA DE UN AFICIONADO A LOS TOROS


Escribir un libro es una heroicidad, imprimirlo en papel un dispendio. Si ese libro habla de toros y de Madrid, la cosa raya en la locura, en la quijotesca locura de quien quiere dejar constancia de lo que conoce, de lo que disfruta y de lo que ama.

En estos estertores de la civilización del papel, Ángel González Jurado, tantos años de abonado en los altos del 7, al resguardo de la grada, compañero también en el 1º curso de toros de los Cursos de Verano de la UCM y asiduo al mismo, madrileño nacido aquí como sus padres, se ha lanzado a contar la pequeña historia de un trozo de Madrid. La Puerta del Sol y la calle de Alcalá (la c’Alcalá, dicho en castizo) en su tramo desde Sol hasta la confluencia con la Gran Vía y limitado en el tiempo desde la reforma de la Puerta del Sol en 1864 hasta la actualidad.

La Puerta del Sol antes de empezar las obras de remodelación
y después de ellas

Como soy de los que cree que no sólo no se compran libros, sino que no se leen ni los que se compran, hago de “solapista” para intentar que os animéis a comprarlo y sobre todo a leerlo. Habla Ángel de los establecimientos en dicha zona, los cafés siempre tan dados a las anécdotas, tertulias y cenáculos, el Casino, el Círculo de Bellas Artes, hoteles, comercios, sus cambios y las gentes que los habitaron, con especial atención a los toreros, que para eso es aficionado.
Azulejo municipal al inicio de la c'Alcalá

El Antiguo Café de Levante frecuentado por toreros madrileños
como Marcial Lalanda, Vicente Pastor o Domingo del Campo" Dominguín"

Ay los toreros y su mundo, tan importantes en las historias de esa zona hasta hace unos años que no me atrevo a cuantificar, pero que seguro son más de cincuenta. Hoy paran por otros lugares, sustituida la importancia de la Puerta del Sol por los platós de las televisiones, pero Ángel recupera historias, anécdotas y personajes que se mueven en ese ámbito pequeño de tamaño, pero que recoge gran parte de la trastienda de la historia del último siglo y medio.
Salvador Sánchez Povedano "Frascuelo", 
el gran torero de la época heroica

Frascuelo, importante personaje en el Madrid de la Restauración, Cúchares y su hijo Currito, madrileños aunque no lo parezca, la farmacia de F.Bleu (Felix Borrell) el gran cronista de la época heroica del toreo, el brindis de Rafael “El Gallo” a Eugenio Noel, inventor del antitaurinismo como militancia, Joselito y su dominio de la fiesta, la llegada de Juan Belmonte a Madrid narrada por Chaves Nogales y hasta la fundación de la Peña “Los de José y Juan” en el año 1951, van apareciendo en un libro que por utilizar las palabras de su prologuista “aúna el rigor de la historia, la curiosidad de la crónica, la gracia del anecdotario, la pulcritud del trazado urbanístico, la majeza de la estampa costumbrista, la minuciosidad de la revista taurina, la verosimilitud del documento fotográfico” y, añado yo, la nostalgia, una nostalgia pura, puesto que nada, o casi nada, vivió en persona. Por ello su nostalgia no está contaminada por la realidad, sino sólo por el cariño.

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