Alberto García, director de Tauroemoción es un hombre joven,
de aspecto apacible, que transmite sensaciones de confianza en su negocio y en
su futuro. Recortador en su cercana juventud, empezó organizando espectáculos
de recortes hasta que se planteó la posibilidad de hacerse cargo de la plaza de
toros de Teruel, primero asociado con la casa Lozano y después en solitario.
Alberto García (Tauroemoción) en la Tertulia de Jordán
Habla de su negocio con naturalidad, de las plazas que ha ido
gestionando, unas con mayores riesgos económicos que otras, en las que ha
contrapesado el riesgo con la proyección, como cualquier empresario de
cualquier sector económico.
Tiene su mayor cartera en las plazas que organizan dos o tres
corridas en la feria, como Soria, Huesca, Aranda de Duero o Cáceres, aunque
tiene también plazas de mayor recorrido como Burgos o Jaén. Completa su diversificación empresarial con el apoderamiento de toreros como Emilio de Justo y
Rubén Pinar entre otros.
Tauroemoción gestiona 16 plazas de toros y
apodera a tres matadores de toros, un rejoneador y un novillero
Habla de los problemas de un sector excesivamente dependiente
de la licitación pública que no sigue normas fijas en cuanto a tiempo de
concesión, canon de explotación o subvenciones, lo que dificulta una gestión
continuada y con proyección de futuro, que tiene más posibilidades con
contratos a medio plazo, como, pone por ejemplo, la plaza de toros de Jaén en
la que tiene un contrato de diez años.
Tauroemoción organiza viajes completos
para ver una corrida de toros
Las novilladas tienen grandes problemas de costes y cree que
es necesaria una reorganización de los participantes y sus ingresos, pero
considera que para hacerlo tiene que haber negociaciones para los que actúan en
ellas, que puedan tener compensaciones. Pone por ejemplo que si se pudieran
disminuir los costes y al tiempo garantizar un aumento del número de
novilladas, nadie cargaría con todas las pérdidas de una reestructuración
necesaria que lastra la realización de novilladas y por tanto el futuro.
En los carteles de sus plazas figuran más toreros interesantes
que grandes figuras, pues considera que su caché es difícil de mantener con el
cargo de taquilla, si no hay ingresos adicionales.
Firmando un recuedo para la Tertulia de Jordán
Partidario, como no podría ser de otra forma, de los festejos
populares, que tienen gran calado entre las generaciones más jóvenes, comenta
que tienen que avanzar en la seguridad médica y laboral de sus actuantes. Además
de las corridas de toros y espectáculos populares y de recortes, el mundo
taurino debe incluir las diferentes manifestaciones de espectáculos con toros y
en ese camino promociona Diversiones en el Ruedo, un espectáculo cómico taurino
que prácticamente había desaparecido de los ruedos.
Una conversación tranquila lejos de los estereotipos del
empresario taurino tradicional y más cercana a un empresario joven, con una solvente
organización, en un sector del que conoce sus problemas y que está lejos tanto
del triunfalismo falso como del catastrofismo imperante. Por eso entiende que
hay perspectivas de futuro para las corridas de toros, aunque cuenta con próximas
e indeterminadas amenazas, que el sector deberá solventar.
Fotos de Andrew Moore
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