Maximino Pérez está en todas las conversaciones debido a la exclusión de Fernando Adrián, torero al que representa, de los carteles de las ferias en la temporada pasada, tras salir por la Puerta Grande de Madrid y ratificar su éxito en los carteles que le anunciaron, y de la propia feria de San Isidro 2024, que finalmente se ha solventado con su inclusión en la Corrida de Beneficencia. Además es empresario que empezó muy joven en la Cubierta de Leganés y montó con éxito de público y repercusión mediática durante años la corrida de Primavera en Brihuega, está poniendo en la temporada la feria de Cuenca, plaza con la que tiene un contrato de 25 años y la feria del Milagro de Illescas donde también tiene un contrato al largo plazo de 10 años. Al preguntarle los motivos de no haber intentado entrar en las grandes plazas de 1ª, afirma que la organización de ferias taurinas es un negocio muy volátil, pues depende de diversos factores tanto atmosféricos como personales, que se escapan a una previsión económica.
Ejerce
de hombre tranquilo, que desgrana sus argumentos despaciosamente, con la
convicción de quien tiene razones para su actuación y aunque afirma que, quizá,
pueden no ser válidas para otros, la tranquila firmeza que demuestra parece
insinuar que no se va a mover de postura.
Asegura
que es empresario taurino por afición y que esta faceta es una pequeña parte de
su actuación profesional que en su gran parte está relacionada con el negocio
inmobiliario.
Tiene
una visión de la fiesta en la que, dice, los profesionales han (hemos, utiliza)
sido quienes han quitado la grandeza al toreo, a veces movidos por intereses y
necesidades que no son los de promocionar la fiesta, sino el interés económico
propio.
No
entra en la situación social de las corridas de toros, aunque afirma que lo que
se necesita es público para llenar las plazas y que para eso tiene que haber críticos
independientes y con fuerza mediática, y una mayor creatividad por parte de los
empresarios y ganaderos, pues aunque las grandes ferias funcionen se han
perdido corridas en plazas de 3ª y 4ª categoría, que son la base sobre la que
se debe asentar el sector.
Un
repaso interesante al mundo de los toros a través de un protagonista que habló
con tranquilidad y nunca quiso acogerse al off the record a la hora de expresar
sus anhelos, intereses y desacuerdos.
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