DEFENDER LOS TOROS EN ESPAÑA Y EN EUROPA. ANTONIO BAÑUELOS, PRESIDENTE DE LA RUCTL EN LA TERTULIA DE JORDÁN
Un
hombre generoso con su tiempo y su trabajo, que transmite tranquilidad. Conversador cordial, expone sus ideas con claridad y seguridad sin miedo a la
controversia, pero sin buscarla.
Elegido
presidente de la RUCTL en 2020, cargo que ha renovado este año, no duda en
explicar el papel de la Unión de Criadores antes que su propia ganadería y se
extiende en su trabajo fundamental en el Parlamento Europeo para aprovechar las
ventajas de la PAC (Política Agrícola Común) y conseguir que las modificaciones
legales no vayan en contra de la pervivencia de las corridas de toros, para lo
que trabajan desde hace años con un lobby profesional apoyando su defensa.
Comparten los problemas del toro de lidia con
el del resto del bovino extensivo y tratan de que se consideren a los toros
bravos como animales de difícil manejo, para que no tengan que estar sometidos
a la normativa de traslados común para los animales destinados a la
alimentación.
A
los problemas de la falta de medidas singulares para el toro bravo en Europa,
se añaden las regulaciones derivadas de la Agenda 2030, que considera
burocráticas y alejadas del conocimiento de la realidad y los problemas de
imagen causados por el gobierno de España, en especial con su ministro de
Cultura que no cesa en su intento de marginar las corridas de toros.
Se
extiende mejor con los problemas políticos de defensa de la corrida de toros
hacia el exterior que con las críticas de los aficionados hacia el papel de la
RUCTL. Considera que hablar del afeitado es un lugar común que no corresponde a
la realidad, pues dice el afeitado es escaso y ocurre especialmente para sacar
punta a pitones que se han desgastado a lo largo de la vida del animal. No cree
que la Unión deba llevar una política especial de protección de encastes minoritarios,
lo que se puede entender como si fuera el mercado quien debe regular la
existencia de diversos encastes. Y estima que los ganaderos están en paridad
con los empresarios y toreros a la hora de las iniciativas de organización y
defensa de la fiesta. Afirma no estar de acuerdo con la preferencia con los
toros grandes que se piden en las ferias de primera y que hay una puerta
abierta a la arbitrariedad en las decisiones de presidentes y veterinarios en
los reconocimientos previos a las corridas. Con su discurso siempre amable, habla de la existencia de diferencias con la FTL que han llevado a la Unión a
abandonarla, pero que se mantiene abierta la relación.
La
reducción de las camadas desde el trienio 2017 a 2019 a la actualidad está
alrededor del 30% lo que entiende que no debe provocar problemas de falta de
toros para la lidia y permite un precio de venta de las reses más adecuado a
los costes de producción.
Su
trabajo como presidente de la Unión lo compagina con su afición al campo, que tiene desde su juventud y que fue la que le llevó a formar su ganadería, lo que hizo con
ganado de Torrealta de procedencia Maribel Ibarra (Marqués de Domecq) hace más
de 30 años, en una finca cercana al Páramo de Masa en Burgos, una zona con una
altitud superior a los 1.000 metros, sometida al viento y al frío, abundante de
agua y donde la vegetación está formada mayormente por monte bajo y matorral. En
un entorno tan diferente de las dehesas andaluzas y extremeñas e incluso
salmantinas, pasta su ganadería formada por unas 280 vacas de vientre en las
que mantiene su encaste sin mezclas.
Su
finca Las Cabañuelas, cuando la visitó por primera vez, tenía el cartel
anunciador con la C medio borrada quedando solo el resto que prefiguraba su
nombre, lo que le pareció un buen presagio. Los toros de la nieve según Alfonso
Navalón o del frío tal y como se han popularizado, son más rústicos, más duros,
más acostumbrados a las dificultades, lo que redunda en un comportamiento
diferente en la plaza.
Busca
una crianza más primitiva en la que los toros deben superar más dificultades, pero
su objetivo es un toro moderno con nobleza en la muleta y con bravura en los
tres tercios, sin hacer especial hincapié en la suerte de varas tan interesante
para los aficionados, pues no le parece la prueba fundamental de la bravura y
aunque afirma que la valora en la tienta, parece gustar más de su funcionalidad
que de su belleza.
Una
mezcla de romanticismo reflejado en la búsqueda del entorno silvestre para la
cría o en el nombre de Campeador para el primer animal herrado cada año, como
homenaje a la tierra originaria de El Cid tan cercana a su finca, y realismo en
la búsqueda de un animal más adecuado para una lidia moderna tan habitual en la
mayoría de las corridas de las ferias y tan alejada de las preferencias de
muchos aficionados. Todo ello unido a un carácter amable, que afirma sus ideas
sin molestar y rebate las opiniones contrarias sin descalificarlas.
Fotos de Andrew Moore
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