Tomás
Entero empezó organizando la feria de su pueblo, Colmenarejo. Y se ha
convertido en un mediano empresario que ha optado a gestionar la plaza de Madrid,
donde a su entender, se decide el mundo de los toros.
Paseíllo en la plaza de toros de Valdemorillo
el 6 de febrero de 2016
Tomás Entero en la Tertulia de Jordán
Recientemente
ha cerrado la feria de Valdemorillo con éxito y expone con soltura los
problemas ligados a la gestión de las plazas de propiedad pública.
Entre los vaivenes de su profesión, recuerda el paso importante de gestionar
plazas portátiles a su primera fija de obra que fue El Escorial. Comenta que le
supuso un cambio importante en la valoración de los profesionales del toreo.
Habla
con respeto de Enrique Martín Arranz quien le transmitió la seriedad que Entero
lleva como divisa. Serio en los tratos y en los pagos, que no parece que sea lo
más habitual en este mundillo y en especial entre los que se mueven por los
pequeños circuitos de plazas de pocos festejos y alejados de las figuras.
Actualmente
gestiona Valdemorillo, El Puerto de Santa María y La Coruña, donde
le ha pillado la marea, aunque, a su decir, ninguna está exenta de problemas.
Curtido
en los pleitos, tiene uno que ya ha llegado al Supremo por la adjudicación
de la Plaza de Las Ventas, concurso del que fue excluido, a su entender de
manera fraudulenta. Se explaya con detalle en las circunstancias del caso y
confía en que el Tribunal Supremo le dé la razón, aunque ya se haya pasado el
tiempo del contrato. A consecuencia de esta exclusión abandonó ANOET (la
patronal de empresarios de toros), pues no se sintió defendido.
Firmando un recuerdo para la Tertulia de Jordán
Cree
que ha habido excesiva injerencia de los políticos en las adjudicaciones en
Madrid y, quizás sea esa la razón por la que manifiesta no tener mucho interés
en volver a presentarse, aunque eso no quiere decir que no lo haga. Recuerda que
Matilla (Antonio García Jiménez), coempresario de Madrid, fue quien gestionó la
plaza de Barcelona en sus años de decadencia. Afirma que la confluencia de las
tareas de empresario, ganadero y apoderado en una persona es el mayor problema
para la regeneración del mundo de los toros.
Plaza de toros de El Puerto de Santa María
Coincide
con la mayoría de los aficionados en que la defensa del mundo de los toros ante
los ataques políticos y mediáticos debería ser llevada a cabo por los que viven
de este mundo, pero no ve movimientos en ese sentido y critica que la
financiación de estas actuaciones sea mediante la subida del precio de las
entradas, que recae sobre los aficionados y público.
Manifestación en defensa de la tauromaquia en Castellón
el 15 de febrero de 2015
Sin
abandonar la seriedad de que hace gala, que no le merma vitalidad, apunta que
el mundo de los toros es una ruina y funciona milagrosamente y no parece ver
perspectivas de mejora, aunque eso no le hace abandonar.
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