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LA FÁBRICA DE REDECILLAS. ISABEL LIPPERHEIDE EN LA TERTULIA DE JORDÁN

Isabel Lipperheide mantiene una gran herencia taurina, la de su madre Dolores Aguirre a quien acompañó desde la compra de su ganadería y que dirige desde su fallecimiento en 2013.

Una ganadería singular por su origen, Atanasio y Conde de la Corte, por su comportamiento encastado y duro y por la valoración de muchos aficionados deseosos de verla en plazas de importancia. Habitual en Madrid, Pamplona, Bilbao y las plazas toristas francesas, este año está anunciada en Ceret y Bilbao. Una ganadería mediana que tiene 180 vacas lo que le da para lidiar poco más de 50 machos de diferentes edades cada año, antes de la pandemia, claro. 

Isabel Lipperheide en la Tertulia de Jordán

Tiene la ganadera una mirada inquieta en un semblante amable en el que predomina la atención, incluso la reflexión, que no se ve perturbada por sus movimientos pues apenas gesticula al hablar. Sabe lo que quiere de su ganadería y lo busca sin componendas: Toros duros, que embistan sin plegarse a la colaboración y que proporcionen espectáculo desde la salida hasta su muerte. Algunas veces salen así y ponen a prueba la decisión, el conocimiento y las ansias de algún valiente en busca de gloria o simplemente de un lugar en los carteles de las ferias.


Una mujer seria y afable, de claras ideas y fácil trato

Sin una tradición familiar taurina, su madre Dolores Aguirre compró en 1977 el hierro, modificando la ganadería gracias al aporte genético de dos sementales de la ganadería del Conde de la Corte que padrearon con las vacas de origen Atanasio Fernández. Defensora de la integridad del toro desde sus inicios, le tocó enfrentarse con los últimos coletazos de la picaresca taurina, en un ambiente tan distinto al de la burguesía industrial vasca de la que formaba parte, dando lugar a anécdotas chocantes que su hija relata con un punto entre  tímida, sorprendida con vergüenza ajena y resuelta a llevar adelante su proyecto.

Un toro de Dolores Aguirre, reseñado para la corrida de Ceret
en la Dehesa de Frías
Fotografía de Mundotoro

No es muy partidaria de lidiar en las calles pues el manejo no es lo más apropiado para la dignidad de un toro que ha sido  criado para lidiar en una plaza, aunque alguno haya echado si no tenía encaje en sus corridas. También siguen sin poner fundas a los toros pues, razona, si se desgastan los cuernos, serán los suyos, nunca ha habido toros tan astifinos como actualmente debido a las fundas, pero es preferible que el pitón sea natural. Estas cuestiones tienen reflejo en el balance económico de la ganadería que se muestra dispuesta a soportarlo antes que a cambiar sus creencias.

Es consciente de las dificultades para lidiar toros de ganaderías consideradas duras. “Nos están arrinconando” afirma, pues cada vez hay menos huecos en las ferias para estos hierros.

Estamos criando unos productos que no interesan a las empresas, dice y hace el ejemplo de las redecillas: “Es como si tuviéramos una fábrica de redecillas, cuando nadie las usa”.

Cantinillo con quien Alberto Lamelas  
protagonizó una hazaña en Vic Feçensac 2014
Foto de André Viard, tomada de Toro, torero y afición

En estos años de pandemia no se ha deshecho de vacas y como muchos ganaderos si ha lidiado toros a puerta cerrada, en su finca de la Dehesa de Frías en la sierra de Sevilla. Está ilusionada con un nuevo semental de origen Conde de la Corte del que espera buenos resultados.

Acompañada de su marido Jorge Ortiz de Urbina, cirujano pionero de los trasplantes de hígado en España, mira el futuro con resolución y confianza en sus fuerzas y su criterio ganadero por el que se esmera en la presentación integra y la fuerza de los toros.

Firmando un recuerdo para la Tertulia de Jordán
en Casa Salvador

Una ganadera romántica dispuesta a defender su criterio por encima de las modas del mercado y confiada en el respeto de los aficionados que disfrutan con este hierro singular y atrevido, para quienes no es una fábrica de redecillas, sino un fortín del respeto a la casta brava.


Fotos de Isabel Lipperheide de Andrew Moore

Comentarios

  1. Bonita semblanza como todas las que hace con ocasión de esas tertulias. ¿Tal vez un punto de melancolía ante el devenir de la fiesta que no se augura demasiado boyante? ¿Quién es capaz hoy de lidiar una corrida de Dolores Aguirre?

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  2. Muchas gracias Genaro García Mingo. Seguro que hay muchos toreros capaces de lidiar una corrida de Dolores Aguirre y todos los toreros debería pasar por todas las ganaderías, pero así está la fiesta. En concreto en Ceret la torearan Alberto Lamelas, Román y Maxime Solera. Allí estaremos

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