UNA OLLA PITADORA. LA TAUROMAQUIA EN COLOMBIA CON CÉSAR RINCÓN Y LUIS FERNANDO CASTRO EN LA TERTULIA DE JORDÁN
Este mes tuvimos la dicha de volver a contar con el maestro
César Rincón en la Tertulia de Jordán, tras la vez anterior en el 20º
aniversario de la lidia de Bastonito, quién nos presentó al ganadero colombiano
Luis Fernando Castro, para hablar de la situación actual de la tauromaquia en
Colombia que es muy complicada, por no decir desesperada.
César Rincón y Luis Fernando Castro en la Tertulia de Jordán
En medio de un país con una guerra civil no declarada que dura
más de 50 años y que actualmente se encuentra en vías de un difícil acuerdo
entre el gobierno y la guerrilla, la tauromaquia es un problema menor, pero cuya
prohibición ha sido adoptada como lema por políticos como el anterior alcalde
de Bogotá, Gustavo Petro, que cerró la plaza de toros cuando llegó al gobierno
municipal.
Castro es propietario desde hace cerca de 40 años de la
ganadería de Guachicono de origen Torrestrella, su esposa Venus Zarzur es
propietaria de la ganadería de Alhama de origen Jandilla, que pasta en las
mismas fincas, repartidas una cerca de Cali y otra en la sabana de Bogotá. La
ganadería de Alhama fue con la que se despidió de los ruedos el maestro César
Rincón.
Una olla pitadora. Las dificultades y singularidades
de la cría de ganado bravo en Colombia
La cría de ganado bravo encuentra dificultades inéditas en
Colombia, debidas tanto a una situación tropical como a la ubicación en tierras
altas que modifican la morfología y el comportamiento del ganado bravo, que
actualmente es en gran parte de origen español o mexicano, no quedando apenas ganado
criollo, procedente de las importaciones de la época de la colonia. En las
tierras frías de la sabana de Bogotá, los toros cambian sus reacciones bravas y
también físicas, por ejemplo, echan más pelo para protegerse, pero pierden
pitones hechos de la misma sustancia.
Toros de Guachicono en Suesca,
en la sabana de Bogotá
Las dificultades de la importación de toros a Colombia han ido suavizándose gracias a la
inseminación artificial, de la que Luis Fernando Castro es un pionero.
Selecciona las vacas nacidas en sus fincas, pero no así los sementales que sólo
dan buenos productos, dice, al principio de su cruza, el llamado vigor híbrido.
Por ello utiliza la inseminación artificial para lo que tiene un auténtico
banco de semen con más de 40.000 pajuelas pertenecientes a más de 60 toros, de
las ganaderías origen de sus hierros y también de otros, murubes, contreras,
santacolomas de Buendía de origen Ibarra, comenta que también de un toro de
Nuñez con el hierro de Rincón, es decir de los años 70 u 80.
Rafael Cabrera y Luis Fernando Castro
Entiende que las figuras del toreo no han ayudado mucho en la
reinauguración de la plaza de toros La Santamaría de Bogotá, pues hubo muchos
problemas para conformar los carteles pues todos querían torear los toros de “Ernesto
Gutiérrez”, más suaves, templados y chicos, de origen Murube, quizá como un
ejemplo de una cierta ceguera ante los problemas de fondo de la tauromaquia.
Tienta de machos en Guachicono.
Belicoso de Alhama
El precio de las entradas a las corridas en Bogotá subió mucho
antes de la prohibición y ayudó a crear una imagen de espectáculo elitista, tan
distinto al que existía en los años 90 cuando era una fiesta para todos y César
Rincón su héroe popular.
Anécdotas de la cría del toro bravo, tan distintas de aquí,
curiosidades de la formación de las ganaderías colombianas, historias de la
compra de ganado en España y de la inseminación artificial, formaron una mezcla
metida en la Tertulia de Jordán a modo de una “olla pitadora”, nombre
colombiano de la olla exprés, que tendremos para digerir durante largo tiempo.
Violentas protestas de los antitaurinos
en la reinauguración de la Santamaría en 2017
Luis Fernando Castro firma un recuerdo
para la Tertulia de Jordán
Las agresiones a la tauromaquia en Colombia, estuvieron
presentes en la conversación, pues el futuro no parece halagüeño porque si no
hay una ley reguladora en el Congreso antes de dos años, las corridas de toros se
prohibirán en 2019. Esta prohibición es la espada de Damocles que pende sobre
el futuro cercano, en una decisión política que no prohíbe por maltrato animal,
ni las peleas de gallos, ni las corralejas, especie de capeas populares donde
hay numerosos fallecimientos. A pesar de todas las dificultades las corridas de
toros aún siguen vivas en Colombia.
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