Ir al contenido principal

LA BOTA DE VINO DE PLÁSTICO

Morenito de Aranda recibió al inicio de su vuelta al ruedo tras la faena al precioso Cetrero-26, el homenaje de un espectador que le arrojó al ruedo, una bota de vino de plástico.

Cetrero-26, cinqueño,
burraco, gargantillo, capirote, botinero
Cetrero-26 en Robledo de los Osillos


Magro obsequio, lejos de los sombreros y puros que le arrojaban a Rafael El Gallo, muy distinto también de las mostrencas prendas de ropa como jerseys y chaquetas que han venido a sustituir en tantos casos a los chales y mantillas ofrecidos a los toreros. Hortera reconocimiento a una faena de muleta de mejor intención que realidad.


Morenito de Aranda dando distancia y ciñéndose con la derecha

Tres series por la derecha, iniciadas en la distancia en las que el toro venía galopando al primer pase, para quedarse luego cerrado junto al torero que no conseguía dominar la embestida y alargar los pases aunque dos series las rematara con unos espléndidos pases de pecho. No demostró mayor dominio por el pitón izquierdo colocado ya en las cercanías del toro, aunque en todo momento Morenito se gustó, se colocó con pinturería delante del toro, le ganó la posición en la rectitud de los pitones y luego no consiguió mandar en la suave embestida del espectacular toro de capa salpicada, o más bien carbonero.


Morenito de Aranda torero de calidad en sus gestos


Quizá la menestral bota de plástico, recipiente ayuno de belleza, falto de categoría, sucedáneo de las recias botas de cuero y alejado de la cristalería fina, era la metáfora adecuada de una faena de escasa enjundia, buena intención y una composición que, aunque realzada por la calidad gestual del matador, no consiguió alcanzar el nivel que parecía adecuado a las nobles condiciones del toro.

Fotografías de Andrew Moore
Publicado en Opinión y Toros con foto de Muriel Feiner

Comentarios

Entradas populares de este blog

YO FUI A LA ALTERNATIVA DE RUBÉN SANZ

Por el mundo algo atrabiliario de Twitter (X) se mueve la figura de Rubén Sanz, torero soriano que participará en la última corrida de clasificación de la Copa Chenel. Su imagen es inusual, la de un torero con fieles seguidores y escaso bagaje, pues difícilmente sumará una veintena de corridas en sus quince años de alternativa, la gran mayoría en tierras sorianas. Me confieso uno de sus fieles seguidores, fascinado desde hace años por su decisión de ser torero, que pasa por encima de numerosas dificultades entre las cuales no ha sido menor su reducida técnica taurina. A través de los amigos de Soria, ciudad con la que mantengo una vital  relación sentimental, en la que se mezclan las experiencias mejores y peores como es imprescindible para que sea una relación sentida, conocí la peripecia de Rubén como novillero, quien tras pasar por la efímera escuela taurina soriana que dirigió el gran José Luis Palomar, fue juntando morosamente el número mínimo de novilladas con picadores n...

LA DESPEDIDA DE ENRIQUE PONCE

La despedida de Enrique Ponce en Madrid me pone delante 36 años de mi vida. Desde su presentación como novillero prodigio, he transitado todos estos años viéndole en el ruedo, quizá engañándome con la idea de que yo era el mismo que asistió a su presentación madrileña, un hombre de poco más de treinta años, con diez años de abono a sus espaldas, que gustaba de la sorpresa y la novedad. Vienen a mi memoria momentos que me sorprendieron y encantaron. La gran revelación de Ponce para muchos fue con Lironcito de Valdefresno en la feria del 96, pero antes tengo reseñados en mis columnas en DIARIO 16 grandes faenas a Bailador (vaya nombrecito) de Puerto de San Lorenzo en 1993, Tramposo de Sepúlveda en 1994, Zaragozano de Samuel Flores el mismo 1996 unos días antes de Lironcito. No era una sorpresa caída de la nada lo de Lironcito, pero si fue la causa de una opinión que ha recorrido todos los comentarios de aficionados acerca de Ponce: “Nos gusta más con los toros malos” pues no se le esca...

LA FÁBRICA DE REDECILLAS. ISABEL LIPPERHEIDE EN LA TERTULIA DE JORDÁN

Isabel Lipperheide mantiene una gran herencia taurina, la de su madre Dolores Aguirre a quien acompañó desde la compra de su ganadería y que dirige desde su fallecimiento en 2013. Una ganadería singular por su origen, Atanasio y Conde de la Corte, por su comportamiento encastado y duro y por la valoración de muchos aficionados deseosos de verla en plazas de importancia. Habitual en Madrid, Pamplona, Bilbao y las plazas toristas francesas, este año está anunciada en Ceret y Bilbao. Una ganadería mediana que tiene 180 vacas lo que le da para lidiar poco más de 50 machos de diferentes edades cada año, antes de la pandemia, claro.  Isabel Lipperheide en la Tertulia de Jordán Tiene la ganadera una mirada inquieta en un semblante amable en el que predomina la atención, incluso la reflexión, que no se ve perturbada por sus movimientos pues apenas gesticula al hablar. Sabe lo que quiere de su ganadería y lo busca sin componendas: Toros duros, que embistan sin plegarse a la colaboración y...