Gracias al buen hacer profesional y la dedicación altruista
del abogado José Ramón García, el próximo lunes 18 de febrero se celebrará el
juicio por el delito de desórdenes públicos contra dos de los participantes que
habían intentado boicotear el acto del Aula de Tauromaquia del CEU del 4 de diciembre
de 2014, y que en su huida me empujaron, tirándome al suelo y produciéndome una
fractura en el húmero del brazo izquierdo.
En mi casa, al día siguiente de la agresión,
con el vendaje del hospital
El juicio es el lunes 18 de febrero a las 12,30 en el JUZGADO
DE LO PENAL Nº 11 DE MADRID, en la
calle Albarracín 31, Planta 1 – 28037 MADRID.
No ha sido fácil llegar hasta aquí, pues José Ramón ha tenido
que apelar en más de una ocasión para conseguir que se admitiera a trámite la
denuncia, contra las decisiones judiciales de sobreseer o desestimar la causa.
Independientemente de cual sea la sentencia final, que espero
favorable, creo que la celebración del juicio puede considerarse un éxito por
dos razones: Parar la impunidad de los actos antitaurinos, que se han
restringido desde entonces y conseguir que la policía haya tomado cartas en el
asunto no sólo desde el punto de vista de la defensa, sino también de la
prevención.
Actualmente las instancias oficiales del mundo de los toros,
como la Fundación Toro de Lidia han asumido la defensa de aquellos que han sido
maltratados o vejados en su persona o imagen por estos pretendidos defensores
de los animales y maltratadores de las personas.
Algunos insultos recibidos en Twitter
que cubren distintos aspectos de la infamia
Ya no se repetirá una situación como la mía en la que al daño
personal y los insultos por las redes sociales, haya que añadir el desamparo de
no saber cómo acudir a pedir si no justicia, al menos una mínima defensa.
Gracias, repito, al altruista ofrecimiento de un profesional de la capacidad de
José Ramón y a la compañía de numerosos aficionados que me han testimoniado su
solidaridad a lo largo de este tiempo, llegamos al juicio en el que si ganamos,
no hay ninguna petición mía personal, sino el intento de que se castigue a
aquellos que creían, que impunemente podían atentar contra las personas y
actividades culturales de los aficionados a la tauromaquia.
Embadurnan de pintura rosa la estatua de Enrique Ponce en Chiva
y escriben "Asesino" en la pared cercana
Como escribí en el artículo que publiqué en mi blog al día siguiente:
“La única esperanza es que esta agresión de tan malos resultados para mí,
sirviera para que se tomara conciencia de que hay que trabajar de manera
organizada y con medios, desde el aspecto legal y de comunicación, para impedir
la escalada de las acciones pretendidamente antitaurinas y que esconden una
histeria de personas que consideran más importante la vida animal que la
humana, dispuestas a descargar su rabia o frustración social mediante la
agresión a la tauromaquia y a sus seguidores, sean estos aficionados,
intelectuales, profesionales o público en general.”
Creo que esta esperanza está realizada y por ello quiero
dar las gracias a todos los que han colaborado, me han mostrado su solidaridad
o han apoyado la defensa contra las agresiones a la tauromaquia.
Jaja viejo resentido, ese juicio se cae en la primera audiencia, ud se cayó por accidente cuando quiso atravesarse a los manifestantes corriendo, de malas, antes es que la sacó barata con esa osteoporosis que debe sufrir, una simple caída y se fractura, eso solo le pasa a los ancianos decrépitos como usted. La recomendación es que no sea imprudente, sabe que sus huesos son más frágiles que una tostada, más bien quédese sentado y así sí se cae al menos no es tan alto para fracturarse.
ResponderEliminarNo he querido borrar este "Comentario" para que se vea que personajes están detrás de estas agresiones. Escribo por la tarde después del juicio donde los agresores han aceptado su condena a seis meses de cárcel (la petición que hacíamos por desórdenes públicos) y el pago de las costas judiciales. Una gran victoria contra la impunidad de las actuaciones de los violentos antitaurinos.
ResponderEliminar