Ir al contenido principal

ENRIQUE PONCE RENUNCIA A LA GLORIA


La gloria estaba detrás de la embestida destemplada y áspera de Francachelito-125 de Domingo Hernández, ganadería cuyos tres últimos toros resultaron interesantes para el aficionado.
Ponce tenía ayer la oportunidad, no de pasar a la historia en la que ya está con orla de honor por toda su trayectoria, sino de hacer una faena que quedara para la historia de los toros. La faena de un matador, figura desde su presentación de novillero, que ante un toro áspero y destemplado rinde su embestida y le hace pasar por los dos pitones. No se trataba de llevar suavemente una noble embestida. Se trataba de solucionar los problemas con  la lidia adecuada y Enrique Ponce tiene sobrados argumentos para hacerlo.
Ya en su primer toro había salido al centro de platillo para recoger al manso ahorrando tantos capotazos inútiles y carreras como son habituales cuando el toro se sale del guion.

Cuando se enfrentó con la muleta a Francachelito había cierta expectación entre muchos, como cuando ves que confluyen el toro adecuado para el torero capaz, pero no parecía que Ponce dominara la embestida del toro, llegando incluso a dar una tanda de castigo que parecía excesiva, pues el toro no tenía peligro sino aspereza en su embestida. Esa tanda consistió en unos elegantes y duros doblones y la remató con un magnífico pase por alto de pitón a pitón de gran belleza y clasicismo. En el paseíllo, como una premonición había sonado el pasodoble Gallito y el recuerdo de los videos donde se le ve castigando al toro de hace 100 años se hizo presente.
El final de la faena tras la serie de castigo fue una serie de derechazos arriesgando y mandando mucho al toro, lo mejor de la tarde, pero cuando parecía que había encontrado el camino del dominio del toro, renunció a seguir, a demostrar su dominio, a rematar elegantemente con el toro entregado. Gran faena, si. Muy grande, para un torero de 28 años de alternativa que nada tiene que demostrar, pero una renuncia a la gloria que estaba en mostrar el dominio con belleza tras un trasteo maestro a un toro de embestida destemplada y áspera.
Castella hizo una faena de adrenalina al mejor toro de la corrida que le arroyó en el recibo de capote, que decayó cuando decayó el toro y que remató con una estocada en la que no se dejó nada por entregar.

Comentarios

Entradas populares de este blog

YO FUI A LA ALTERNATIVA DE RUBÉN SANZ

Por el mundo algo atrabiliario de Twitter (X) se mueve la figura de Rubén Sanz, torero soriano que participará en la última corrida de clasificación de la Copa Chenel. Su imagen es inusual, la de un torero con fieles seguidores y escaso bagaje, pues difícilmente sumará una veintena de corridas en sus quince años de alternativa, la gran mayoría en tierras sorianas. Me confieso uno de sus fieles seguidores, fascinado desde hace años por su decisión de ser torero, que pasa por encima de numerosas dificultades entre las cuales no ha sido menor su reducida técnica taurina. A través de los amigos de Soria, ciudad con la que mantengo una vital  relación sentimental, en la que se mezclan las experiencias mejores y peores como es imprescindible para que sea una relación sentida, conocí la peripecia de Rubén como novillero, quien tras pasar por la efímera escuela taurina soriana que dirigió el gran José Luis Palomar, fue juntando morosamente el número mínimo de novilladas con picadores neces

LA FÁBRICA DE REDECILLAS. ISABEL LIPPERHEIDE EN LA TERTULIA DE JORDÁN

Isabel Lipperheide mantiene una gran herencia taurina, la de su madre Dolores Aguirre a quien acompañó desde la compra de su ganadería y que dirige desde su fallecimiento en 2013. Una ganadería singular por su origen, Atanasio y Conde de la Corte, por su comportamiento encastado y duro y por la valoración de muchos aficionados deseosos de verla en plazas de importancia. Habitual en Madrid, Pamplona, Bilbao y las plazas toristas francesas, este año está anunciada en Ceret y Bilbao. Una ganadería mediana que tiene 180 vacas lo que le da para lidiar poco más de 50 machos de diferentes edades cada año, antes de la pandemia, claro.  Isabel Lipperheide en la Tertulia de Jordán Tiene la ganadera una mirada inquieta en un semblante amable en el que predomina la atención, incluso la reflexión, que no se ve perturbada por sus movimientos pues apenas gesticula al hablar. Sabe lo que quiere de su ganadería y lo busca sin componendas: Toros duros, que embistan sin plegarse a la colaboración y que

LA DESPEDIDA DE ENRIQUE PONCE

La despedida de Enrique Ponce en Madrid me pone delante 36 años de mi vida. Desde su presentación como novillero prodigio, he transitado todos estos años viéndole en el ruedo, quizá engañándome con la idea de que yo era el mismo que asistió a su presentación madrileña, un hombre de poco más de treinta años, con diez años de abono a sus espaldas, que gustaba de la sorpresa y la novedad. Vienen a mi memoria momentos que me sorprendieron y encantaron. La gran revelación de Ponce para muchos fue con Lironcito de Valdefresno en la feria del 96, pero antes tengo reseñados en mis columnas en DIARIO 16 grandes faenas a Bailador (vaya nombrecito) de Puerto de San Lorenzo en 1993, Tramposo de Sepúlveda en 1994, Zaragozano de Samuel Flores el mismo 1996 unos días antes de Lironcito. No era una sorpresa caída de la nada lo de Lironcito, pero si fue la causa de una opinión que ha recorrido todos los comentarios de aficionados acerca de Ponce: “Nos gusta más con los toros malos” pues no se le esca