Paco Ureña da el pecho al toro y se mete frente a él para
cambiarle el viaje en su embestida. Eso tan sencillo es, para muchos de
nosotros, la verdad del toreo. Es verdad que el ritmo de la faena no fluye tan
acorde como cuando el torero se quita del viaje del toro y este puede pasar
dulce y blandamente sin ir obligado más que por el temple, pero ese toreo es un
toreo de emoción porque es un toreo de riesgo.
La versión de Paco Ureña de "El toreo puro" de Rafael Ortega.
La verónica, el derechazo, el natural, el pase de pecho y la estocada
Paco Ureña arriesgó con su primer toro de una embestida más noble
y se enfrentó a su segundo , con más problemas, rematando una faena de menos a más, con un gran natural
ligado con el de pecho y una estocada de gran dramatismo en la que se entregó a
los cuernos del toro.
Los toros de Puerto de San Lorenzo, nobles, no pusieron la
emoción imprescindible para cerrar una gran faena.
Los toros de Puerto de San Lorenzo, bien presentados y nobles
Fotos de Andrew Moore
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