Es innegable que este año de
tantos cambios en lo político, se necesita un cambio también en la tauromaquia.
Una tauromaquia que acosada desde fuera por nuevas modas y costumbres sociales,
no encuentra en su interior nada más que viejos aires, viejas maneras, viejos
toreros anclados en su dominio del
negocio más que del toro.
Anunciados como The Maestros (sic)
en la corrida de Vistalegre Madrid
Transita la tauromaquia por
una época de superchería, de vender por bueno lo falso, la negra época de El
Juli, con sus toscos andares y retorcida figura, su reconocida capacidad y su
inexistente gusto. Una época con mucho falso brillo de baratija y publicidad, y
donde el interés para muchos aficionados, aparece con más facilidad en las
duras corridas de plazas perdidas o las pequeñas ferias francesas, que en el
circuito oficial de figuras tantas veces repetidas y toros prácticamente
intercambiables.
El Juli en la presentación de su temporada 2014
Madrid es un muestrario de
la situación de la fiesta, un espejo deformado que refleja una imagen singular.
Figuras que aparecen brevemente y, en algún caso, escondidas en la corrida
extraordinaria llamada de la Beneficencia, de mayores emolumentos y menores
exigencias. Toreros emergentes mezclados con una segunda fila del escalafón, de
bajos honorarios y escaso relumbrón. Corridas de relleno con toreros más que
vistos y ya descartados, para hacer caja disfrazadas de oportunidad. Ganaderías
con toros exigentes relegadas al final del abono. Todo ello suma una feria de
escaso atractivo e inexistente brillo, pero en la que, vivimos con esa
esperanza, aparecerán toreros esforzados, faenas sorprendentes y toros
encastados.
Morenito de Aranda el 2 de mayo en la
corrida Goyesca en Las Ventas
corrida Goyesca en Las Ventas
Pocos mimbres para hacer el
cesto del cambio, pero el cambio llegará y, aunque sea insuficiente para
cambiar la fiesta de arriba abajo, dará un soplo de aire nuevo, fresco, que esperemos
que sea de la mano de toreros comprometidos consigo mismo y con el arte, de
ganaderos respetuosos con la casta y la afición, y de empresarios con nuevas
ideas y buenos proyectos.
Tienes mas moral que el Alcoyano.
ResponderEliminarComo no voy a tener moral, Manolo, si tenemos por delante un mes de toros, amigos y cañas. Un abrazo
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