Todas
las condiciones para hacer de la corrida de toros un espectáculo vacío se
dieron en la corrida de El Pilar.
Toros gordos, blandos, fofos incluso, sin trapío, el que tenía culata no tenía pitones y al revés. Suerte de varas simulada, tanto en la realización de la suerte, poniendo los caballos de través y esperando que lleguen al peto para alancearlos, como como en el puyazo en sí, que se simuló en numerosas ocasiones, pues sólo se llevaron un puyazo, uno, los toros cuarto y quinto.
Matadores faltos de compromiso con el arte e incluso, el oficio. Despegados del toro, abusando de los muletazos hacia afuera, escondiendo la pierna de salida para no obligar al toro.
Manzanares
En esta segunda semana de travesía del desierto, desde los de Pedraza de Yeltes hasta los de Baltasar Ibán, el público entusiasta encuentra el disfrute en aplaudir unas faenas de tentadero, llenas de enganchones y en pitar a los escasos grupos de aficionados que, como los galos de la aldea de Asterix, resisten el empuje de la falta de compromiso de un espectáculo cuyos protagonistas, en vez de decantarse por la búsqueda de la gloria, se deciden por engordar el negocio.
Perera
Ni
Padilla, ni Manzanares, ni Perera, mostraron el menor signo de interés por
hacer de la tauromaquia un compromiso con el arte o el valor. Así estamos.
Foto 1 de Alvaro Marcos tomada de Las Ventas
foto 2 de JMSV tomada de Larga cambiada
Foto 3 de Andrew Moore tomada de Del toro al infinito
Publicado en www.opinionytoros.com
Comentarios
Publicar un comentario