Una buena y sintética definición de la ganadería de Victorino Martín, que realizó Barquerito en su columna "El Apartado" en el diario El Correo, el día previo a la corrida de la feria. "... La ganadería (de Victorino) ha crecido. Pese a crecer, se ha ido depurando. La depuración se ha traducido en una sensible pérdida de aquella fiereza que fue emblema de la ganadería. Su fama. Son ahora minoría las célebres alimañas. Los toros tobilleros, los inciertos, los ágiles de cuello que parecían embestir con la mera mirada. Minoría minoritaria. Y, en cambio, abundan los que, sin ser sumisos, se entregan con esa peculiar nobleza de doble filo tan propia de la casta. Los buenos ya no son ni rareza ni indios de la reserva. Los que apuntan no disparan. Los mirones lo son por curiosidad. Lo privativo del encaste Albaserrada, además de humillar como ningún otro, consiste en estar pendiente de todo. Y a eso se llama listeza. Lo que no ha existido nunca es un victorino tonto....