La corrida de los toros de casta navarra de Miguel Reta ha sido un gran acontecimiento integrista, aunque el resultado tuviera un sabor agridulce. Saludado en las redes sociales como la búsqueda de una nueva lidia, más basada en el movimiento que elude el riesgo, que en la quietud que propicia la nobleza, tuvo más tirón debido a su inclusión en la renombrada feria torista de Ceret, que siempre está a la cabeza de la diversidad de encastes, que por la singular lidia de los toros de la casta navarra desaparecida de los ruedos hace más de cien años, aunque haya subsistido para los festejos populares. El paseíllo tuvo aires de epopeya, recibiendo a los toreros como héroes que iban a lidiar a los inciertos toros de seis años, con permiso especial de la UVTF para la ocasión. El otro héroe, el ganadero, recibió todos los agradecimientos y felicitaciones por su costosa dedicación y fantástica decisión y la ADAC puede presumir de ser los adalides en la búsqueda de la diversidad en la l...