Sólo escribo de toros que es una manera de escribir de la pasión y la belleza, pero también la literatura, cierta literatura, como ciertas corridas de toros, son formas que tiene la pasión y que encuentra la belleza. Además, y cogiendo el rábano por las hojas, Mario Vargas Llosa era defensor de la tauromaquia por lo que entra perfectamente en mi esquema de dedicación. Si he sido capaz de escribir de la despedida de El Juli, quien no alcanzó nunca a conmoverme, como no voy a dedicar un folio a quien más continuamente feliz me ha hecho con sus novelas. Lo primero que leí suyo fueron los sorprendes cuentos agrupados en Los jefes, pero quizá la primera novela que disfruté fue la delirante Pantaleón y las visitadoras. Poco sabía yo de Vargas Llosa a quien aburrí tras merodear La tía Julia y el escribidor y hubo de pasar un tiempo y cambiar de momento vital para volver a buscar al ingenioso peruano multigalardonado ya. No fui, por tanto, un descubridor temprano del autor, ni mucho m...
Asomarnos al estudio de la genética del toro bravo, nos abrió más incógnitas y nos destruyó más certezas de las que pensábamos antes de empezar la Tertulia con Javier Cañón, catedrático emérito de Genética en la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid. Sabido es que el toro bravo no es una raza única puesto que su variabilidad genética es mayor que la que le separa de algunas otras razas bovinas establecidas y que su denominación como toro de lidia es una calificación administrativa y no científica, pero esperábamos que los estudios genéticos llevados a cabo por el profesor Cañón y su equipo, patrocinados por la RUCTL y otras dos Asociaciones de ganaderos de bravo nos pudieran abrir un camino para entender la huella que la genética ha introducido o aprovechado de la bravura. Javier Cañón en la Tertulia de Jordán Por decirlo rápido, no existe el gen de la bravura, no hay un conjunto de genes que se puedan seleccionar para adaptar o mejorar la bravura. La s...