Probablemente el último de los críticos de la generación que denunció los fraudes estructurales de la fiesta de los toros, consiguiendo acabar o minimizar algunos de ellos. Amigo y compañero de Vicente Zabala, de quien habla con respeto y cariño y junto a quien empezó en el desaparecido NUEVO DIARIO, donde le sustituiría tras su paso a ABC. En 1984 empieza su andadura como crítico en el diario MARCA de donde se retirará al finalizar esta temporada, y donde apareció en la edición en papel hasta el año 2018, pasando desde entonces a publicarse en la edición digital su incisiva y minimalista crónica. Carlos Ilián en la Tertulia de Jordán Recuerda a la crítica de los años 60 y 70, Cañabate quien aguantó prácticamente sólo el “cordobesismo” tirando de humor, la incisiva pluma del primer Zabala, el mediático Navalón, víctima de sí mismo, el prematuramente fallecido Carlos de Rojas, el refuerzo que supuso Joaquín Vidal y tantos otros. No habla mucho de la crítica actual de la que dice que
Complicada la crítica taurina. Hay que captar lo que pasa rápidamente, el arte efímero, según la versión clásica y, como decía Joaquín Vidal, "Luego hay que contarlo" y ahí entran muchos factores, que van desde el concepto de la lidia y la corrida de toros, hasta la fórmula y la calidad expresiva, y todo ello justo tras la finalización de la corrida, que en algunos casos, en esta costumbre de alargar las faenas hasta los avisos y por tanto las corridas, sobrepasan holgadamente las 2 horas canónicas y se solapan con el cierre de las escasas ediciones en papel. Como dice Wikipedia en su entrada correspondiente a Crítica taurina: El relato y evaluación de una lidia, efímero e irrepetible, puede presentar dificultades de objetividad. Por otra parte el juicio crítico se enfrenta a valores artísticos y emocionales, además de puramente técnicos, que aumentan el desafío de producir una crítica taurina objetiva. La corrida de Victorino Martín fue especialmente complicada para