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LA CRÍTICA EN LA CORRIDA DE VICTORINO

Complicada la crítica taurina. Hay que captar lo que pasa rápidamente, el arte efímero, según la versión clásica y, como decía Joaquín Vidal,  "Luego hay que contarlo"  y ahí entran muchos factores, que van desde el concepto de la lidia y la corrida de toros, hasta la fórmula y la calidad expresiva, y todo ello justo tras la finalización de la corrida, que en algunos casos, en esta costumbre de alargar las faenas hasta los avisos y por tanto las corridas, sobrepasan holgadamente las 2 horas canónicas y se solapan con el cierre de las escasas ediciones en papel.

Como dice Wikipedia en su entrada correspondiente a Crítica taurina: El relato y evaluación de una lidia, efímero e irrepetible, puede presentar dificultades de objetividad. Por otra parte el juicio crítico se enfrenta a valores artísticos y emocionales, además de puramente técnicos, que aumentan el desafío de producir una crítica taurina objetiva.

La corrida de Victorino Martín fue especialmente complicada para encontrar relatos cercanos entre los diferentes críticos. Toros complicados que a decir del ganadero formaron una corrida “Cuajada, encastada y correosa” El término “encastada” suele ser un cajón de sastre donde se revuelven distintos comportamientos que se califican de dureza, incertidumbre, agresividad, incomodidad, sorpresa, bronca actitud,  escasa nobleza, orientación, listeza, en fin una variedad que hacen interesante la lidia, aunque, precisamente ese interés de la lidia no sea lo que más aprecia el público que gusta de la movilidad, la boyantía, la codicia y la obediencia de la res.

He procurado resumir los distintos juicios, sobre los toros, sin entrar en las valoraciones de los toreros, vertidos por diferentes críticos, para ver la dificultad de analizar y contar una corrida de toros.



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