La suerte de varas es la piedra de toque de la corrida de toros, su existencia marca la diferencia entre un espectáculo de enfrentamiento entre el torero y el toro bravo o de encuentro y colaboración entre un animal dócil y un profesional del espectáculo. Gabin Rehabí, el gran y mediático picador francés picando a Viejetiño-5 de Saltillo El mantenimiento de la suerte de varas implica la subsistencia del toro bravo. Por eso es tan importante darle la importancia que merece y en Ceret llevan años defendiéndola. La teoría es muy fácil, poner al animal en suerte, recibirle con la vara sin dejarle estrellarse antes en el peto, no rectificar lo que obliga a picar en su sitio y no recargar ni barrenar, de manera que el toro pueda volver al caballo cuantas veces necesite para quedar picado. La práctica es otra cosa, y en Ceret se incentiva con diferentes premios a los picadores y con la aquiescencia de los matadores contratados. Alberto Aguilar con Lechuzito-37 de Saltillo