Lo que podía haber sido un apoteósico fin de semana torista que cerrara la feria de Bilbo, se quedó en nada o en poca cosa debido al escaso juego y emoción de los toros. Sólo Interesantes y, por tanto, algo frustrantes las dos corridas. Ambas fueron corridas de tres y tres. Tres flojos y tres nobles de La Quinta y tres toros que embistieron de Victorino y otros tres con menos voluntad. Nada extraordinario en ningún caso. Paseíllo de la corrida de Victorino. Urdiales, El Cid y Bolívar Se ha quedado la feria de Bilbao, que tanto prometía este año, sin grandes triunfadores, ni de toros ni de toreros, por más que Perera hiciera lo que muchos consideran una gran faena que acabó mal con el lío de la petición del indulto. El cornalón Carjutillo (sic) de Samuel Flores. Lidiado por Enrique Ponce en 2003 Tampoco hubo traca final en el fin de semana, cuyo morbo estaba en el encuentro entre Fandiño y El Juli con toros de La Quinta. Juli tuvo un toro excesivamente flojo