La profesión hay que dejarla limpia para los que vienen
detrás, por eso es tan importante el respeto, respeto a la palabra dada,
respeto a la profesión, dijo Dámaso González en su conferencia-coloquio en el LX Ciclo de
Conferencias de la Peña Taurina “Los de José y Juan”.
Dámaso González repasó su trayectoria taurina
y personal en una conferencia de "Los de José y Juan"
Decir Dámaso González es decir Albacete y es decir temple, sus
dos grandes referencias. En Albacete ha recibido el afecto de sus paisanos, que
le han aupado en su carrera y le han arropado en sus despedidas de los ruedos
en 1988, 1994 y la, por ahora, definitiva en 2003. Ha sido protagonista de la
corrida de ASPRONA, que convirtió en una gran cita de la temporada. Incluso
tiene una estatua, que resiste incólume en estos momentos, donde los recuerdos
y símbolos taurinos son permanentemente violados por los bárbaros.
Rafael Cabrera, presidente de "Los de José y Juan"
introduce la conferencia-coloquio de Dámaso González
El temple es su gran virtud torera, la que le permitió
mantener su estatus de figura del toreo desde su alternativa en 1969 hasta su
retirada en 1994, que luego tuvo un colofón desde la corrida de ASPRONA de 2002
y una breve reaparición en las temporadas 2002 y 2003. Habla del temple
traduciéndolo por suavidad, pues con el toro no hay que pegarse mediante el
castigo, sino convencerlo, desengañándolo con la velocidad acompasada de la
muleta. Aporta una explicación técnica de como el toro aunque se fija en la
muleta entera, al moverla el animal persigue la bamba de la muleta pegada al
suelo y no el estaquillador que se desplaza más alto y más lejos de su vista
humillada.
Dámaso González con un toro de Miura en Bilbao
Tomada del blog Toro, torero y afición
Nunca se ha peleado con nadie, afirma de los empresarios, pero
todos se han peleado con él. Ha defendido siempre, con esa suavidad que le pide
al temple, su dignidad, que en este mundo de los toros tiene que ver con las
ganaderías que se lidia y el dinero que se cobra, lo que inevitablemente
conlleva choques con empresarios. Choques que siempre han acabado
resolviéndose, pues no en vano ha sido apoderado por todos los grandes
empresarios-apoderados, Camará, Choperas, Lozano, Miranda, Gil e incluso Simon
Casas, con quien también compartió cartel en una novillada cuando Dámaso se
anunciaba como Curro de Alba.
En la sala Antonio Bienvenida de Las Ventas
Reconoce su final aceptación por Madrid en la corrida del 22
de mayo de 1993 y toros del Conde de la Corte, donde todos los grandes periodistas
taurinos le homenajearon con su nombre en los titulares. “¡Qué grande es Dámaso,
que grande!” fue el titular de Barquerito en DIARIO 16, “Madrid reconoció a
Dámaso González” tituló Zabala en ABC, “Damasistas de repente” puso Joaquín
Vidal en EL PAIS, quien remacharía en su posterior crónica del 2 de junio en la
despedida de Madrid: “Don Dámaso dicta su última lección”, escribiendo “El
fundador del toreo contemporáneo dice adiós”. Pero quizá llevado de la modestia
de la que hace gala, no se detiene en exceso, como tampoco lo hace en la época
en la que le contaban los pases desde la andanada.
Recorte de mi columna del 22 de mayo de 1993
en DIARIO 16
Prefiere hablar de sus primeros pasos en el toreo, donde se
sintió feliz, pues, dice, sólo tenía que torear y disfrutaba cuando una
correosa vaca se tragaba dos pases bien dados. Pertenece a una de las últimas generaciones
de toreros que se hicieron en el campo, en las capeas, en los pueblos,
apartando vacas para darles dos muletazos en la noche, orientándose para poder
asistir a los tentaderos y hacer fila en la tapia para aprovechar las últimas
embestidas de las tientas. Frío, largas caminatas, viajes clandestinos en los trenes
de mercancías, comida incierta, descansos atropellados y cogidas duras, marcan
los comienzos de una profesión, que se va despejando cuando Pedrés le enrola en
la parte seria de su espectáculo cómico taurino y definitivamente con el
apoderamiento de Camará, con quien dará sus primeros pasos como novillero y
matador de toros.
Repasó su historia taurina en un coloquio distendido
Su ganadería, de origen Salvador Domecq y su familia, sin
olvidar su dedicación a Albacete donde es un ciudadano reconocido, son sus
ocupaciones actuales, sin entrar en el mundillo del apoderamiento y negocio
taurino.
Recibiendo la felicitación de Rafael Cabrera
y los aplausos de los asistentes tras la conferencia
Le gusta que el toro galope y que el matador remate el pase
largo, sin dejarse el toro debajo y a la controvertida pregunta sobre su
concepto de la estética, siempre discutida en su toreo, responde con tronío,
afirmando que la estética que le ha gustado siempre es la suya propia, lo que
no deja de ser un brillante colofón a una charla dictada con sinceridad,
dignidad y sin desgarro, desgranada como afirma que le gustó torear, con
suavidad.
Con Dámaso González al acabar la conferencia-coloquio
Reportaje fotográfico de Andrew Moore
Tuve el honor de estar presente; emocionantes declaraciones de un torero épico y grande por su humildad y torería,de los que ya no hay; Enhorabuena a Los de José y Juan, y a tí Andrés por tu presentación y este resumen. Sin olvidar las magníficas fotos de Andrew Moore
ResponderEliminar