El Perú vive una efervescencia de las corridas de toros en la que se juntan las tradiciones y costumbres propias con la influencia de la rutilante figura Andrés Roca Rey.
Pablo J. Gómez Debarbieri ejerce la crítica taurina en el
diario EL COMERCIO de Lima, diario de referencia en el país y desde sus páginas
sigue y difunde la actividad taurina en su artículo semanal y se mantiene en
contacto con numerosos aficionados y profesionales del Perú y del mundo
taurino.
Además de la célebre plaza de Acho donde se desarrolla la feria del Señor de los Milagros que concede a su triunfador el preciado Escapulario de oro, el Perú cuenta con 564 plazas de toros, más de la mitad hechas de fábrica de albañilería y el resto portátiles o artesanales en 561 ciudades taurinas, repartidas en 17 de las 24 regiones del país y donde se han dado más de 700 corridas.
Tiene 48 ganaderías bravas de toros de lidia y hasta recientes
problemas sanitarios, también importaba toros de España y especialmente
Colombia.
Un rico mundo en cuya parte más visible está Andrés Roca Rey,
acompañado por el otro conocido matador peruano Joaquín Galdós.
Nuestro invitado nos comenta los problemas derivados de la adjudicación de la plaza de Acho ganada por un consorcio entre los que figura Juan Manuel Roca Rey y recurrida por otro grupo que considera que ha habido problemas legales en dicha adjudicación y cuyo litigio puede paralizar la feria del año 2024, que ya está mermada en el número de corridas tras los problemas derivados del cese de actividades por la pandemia.
La plaza de Acho tiene unos precios de localidades altísimo,
especialmente gravoso en Perú, calcula Pablo G. de Barbieri que una barrera de
sombra puede estar en el entorno de 400€ al cambio, un precio desorbitado incluso
para las ferias más caras de España y el resto de las localidades mantienen el
diferencial anterior.
En las localidades del interior las corridas tienen otros precios,
pues están montadas por el llamado mayordomo, delegado por el alcalde para su
organización. Dicho mayordomo suele ser un personaje notable que se esfuerza
por obtener un reconocimiento público por la buena organización y montaje de
las corridas, lo que posibilita la organización de buenos festejos aunque económicamente
no obtenga resultados inmediatos.
No hay ferias al uso en las grandes ciudades fuera de Lima,
sino en poblaciones de menor tamaño que sin embargo cuentan con gran afluencia
de público tanto de la localidad como de las zonas cercanas.
Las corridas de toros en el Perú forman parte de la cultura peruana desde la época del virreinato creado en 1542. De hecho la primera corrida se celebró en 1540 en la plaza Mayor de Lima, aunque el escritor Ricardo Palma afirma que fue en 1538 para celebrar la victoria de Pizarro sobre Diego de Almagro en la guerra civil que enfrentó a los conquistadores del Perú.
Continuó la costumbre
de lidiar toros en las ocasiones de grandes fiestas al igual que en la
península y también enraizadas en las costumbres festivas particulares, pues
los graduados de la Universidad de San Marcos de Lima, fundada en 1571 debían
celebrarlo con una corrida de toros. La evolución corre pareja con la de España
hasta la independencia en 1821, incluso construyendo la plaza de toros de Acho
por iniciativa del Virrey Amat inaugurada en 1766.
Tras la independencia, sólo participaron en las corridas toreros locales y mexicanos, introduciéndose cambios en la lidia puesto que no había picadores españoles hasta 1849 cuando se presentó la primera cuadrilla de toreros españoles. Pero es en 1902 cuando interviene el famoso picador madrileño Manuel Martínez “Agujetas” a quien se debe definitivamente la implantación de la suerte de varas en Perú que se pedía con insistencia tanto en la plaza como en las páginas del diario EL COMERCIO por el cronista de la época.
Gallito y Belmonte torearon en Perú. Joselito en el invierno 1919/1920 en 9 corridas de gran éxito y Belmonte en cuatro temporadas entre 1917 cuando conoció a quien sería su esposa, Julia Cossío y Pomar, y 1925. La edad de oro también se vivió en Perú.
La tauromaquia en el Perú está viva, goza de buena salud, lo
que es una gran noticia en el mundo de los toros y la figura de Andrés Roca
Rey, de gran influencia mediática y popular en España, es un gigante en Perú
que se superpone sobre una rica tradición popular de raíces históricas, lo que
nos hace muy felices por poder conocerlo y contarlo.
En esta dirección web https://www.actperu.pe/ de la Asociación Cultural Taurina del Perú, hay información abundante y detallada de la Tauromaquia en el Perú actual y en la que se encuentran numerosos artículos publicados en el diario EL COMERCIO de nuestro invitado
Fotografías de Pablo J. Gómez Debarbieri y Andrés Roca Rey de Andrew Moore
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