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JOSE MATA, NOVILLERO EN BARCELONA

La historia de José Mata, el torero canario de Garafía, a quien mató un toro en Villanueva de los Infantes en 1971, es el relato de cómo construir una ilusión, un sueño, aunque, fatalmente, acabara en las astas de un toro.

Paseillo en la Monumental de Barcelona el 5 de marzo de 1961
Fotografía de El Ruedo tomada del facebook de Clara García Jiménez

Construyendo su ilusión de ser un gran matador de toros están las novilladas que toreó en Barcelona, un total de cuatro,  dos en Las Arenas y otras dos en la Monumental. 
Se estrenó en la Monumental, según ha documentado Francisco Javier Alvarez García, en la corrida de presentación de El Cordobés el 5 de marzo de 1961, con toros de los Hermanos Sánchez Cobaleda. Mata tuvo aplausos y vuelta al ruedo en su lote, mientras que El Cordobés triunfó ruidosamente y fue llevado a hombros hasta su hotel.

Cartel de la presentación de El Cordobés y José Mata 
en Barcelona el 5 de marzo de 1961
tomada de Del toro al infinito

Tuvo Mata una relación intermitente con El Cordobés a quien acompañó, como secundario, en la película Chantaje a un torero de 1963, en la que ambos hacían de maletillas y, tal como en la vida real, uno de ellos despuntaba rápido. En 1965 El Cordobés le daría la alternativa a Mata en Benidorm, quien le acompañaría en otros dos carteles en Cuenca y Nîmes, tras los que volvería a desaparecer de su compañía.

José Mata y El Cordobés

Tras la presentación en Barcelona, Mata toreó en Las Arenas el 12 de julio de 1962 novillos del Conde de Mayalde a los que cortaría una oreja con dos vueltas al ruedo y otra vuelta al ruedo a hombros en su segundo. Volvería el 11 de noviembre con los gracilianos de José Escobar en una brava corrida en la que al mayoral recibió ovaciones, al igual que Mata en sus dos novillos.

Anuncio en La Vanguardia Española
 de la inauguración de la temporada 1963 en la Monumental de Barcelona
José Mata y novillos de Pablo Romero

Los registros que he encontrado, dicen que la última vez que volvió a Barcelona fue a la Monumental a despachar en la corrida de inauguración de temporada el 10 de marzo de 1963, novillos de Pablo Romero con los que dio una vuelta al ruedo.

A pesar de sus relativos éxitos y el buen cartel que tuvo en Barcelona, donde Mata decía haberse sentido bien acogido, y donde incluso llegó a ofrecerse para participar en un festival a beneficio de los damnificados por las inundaciones de la riada de 25 de septiembre de 1962, no llegó a anunciarse de matador de toros.

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