Los fuegos artificiales de la temporada han terminado con la
traca final de la corrida de Palha y el zambombazo de Fusilito, el bravo toro
que cerró la corrida y la temporada.
Una corrida de gran presentación, en la que las diferencias notables
en el peso de tablilla no disminuyeron el trapío. Encastada y noble, dura en el
caballo, con los tres primeros toros nobles y la interesantísima última media
corrida, en la que salieron el listo cuarto, el quinto manso y embestidor y el
bravo y codicioso sexto.
Fusilito, el bravo sexto
Una brillante corrida que se quedó en un interés casi
meramente zoológico, puesto que en ningún momento los matadores estuvieron a su
altura. Así está montado esto, en que las corridas bravas las tienen que matar
los toreros inexpertos, sin que se llegue a entender desde el tendido, cual es
el peligro tan especial que desarrollen estos toros, para que los toreros de
ferias los rehuyan con tanto entusiasmo y dedicación.
Sánchez Vara, arriesgando en banderillas
Hay toreros que se han especializado en matar estas corridas
interesantes, hay otros emergentes, hay veteranos que piden una oportunidad,
pero se empeñan en encartelar con una corrida, en la que destacan el trapío de
la misma a tres toreros, dos si descartamos a Sánchez Vara que está fogueado
casi a la desesperada, de escaso oficio y nula experiencia. Si añadimos que uno
de ellos es Israel Lancho que se llevó una tremenda cornada precisamente por un
Palha, la lógica del cartel se cae por los suelos.
Limpio salto a la garrocha
El tercio de banderillas del cuarto por Sánchez Vara en el que Raúl Ramírez realizó un vistoso salto a la garrocha, las verónicas de
Guerrita Chico al quinto y la lidia y las banderillas de Felipe Peña en sus
turnos, fueron lo más interesante de una corrida en la que, muy por encima de
los toreros, brillaron la casta de los Palha y la bravura de Fusilito.
Fotos de Juan Pelegrín, tomadas de Las Ventas
Fotos de Juan Pelegrín, tomadas de Las Ventas
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