Creo que Tardes de soledad es lo mejor que le ha pasado a la tauromaquia en los últimos años. El interés no está en que los profanos puedan entender la tauromaquia a través de la película sino que esta película sirva de palanca para poder establecer una discusión social acerca de la corrida de toros sin aprioris ideológicos ni políticos que tanto enturbian la difusión de la tauromaquia. Romper el cerco informativo de la tauromaquia en los medios de difusión es el valor social que me interesa de la película, más que la transmisión de una idea cerrada, limpia, clara y unívoca de la corrida de toros, que me parece harto difícil y no parece que haya sido la intención del director.
No soy cinéfilo, por lo que no puedo hacer un análisis de la película, pero si puedo decir que la tensión está presente a lo largo de toda la proyección, que el compromiso del torero con su actuación es evidente, independientemente de la calidad formal de su toreo que en ningún momento aparece, pues se fija en el esfuerzo y no en los resultados y no entra en el detalle de sus actuaciones que siempre aparecen desde el punto de vista del torero. Curiosamente es el único que tiene la cabeza fría para valorar sus actuaciones, mientras que la cuadrilla son sólo frases de ánimo y de autoconfianza. La tauromaquia como arte no aparece, como rito, apenas, sólo si se considera la parte ritual de la vestimenta y la disposición al sacrificio, aparece como una actividad que exige esfuerzo, sacrificio, solidaridad, determinación y entrega en el enfrentamiento con un animal que tampoco se explica en la película su existencia ni su papel, parece, más bien, como en las novelas de Barnaby Conrad, que los toros son poco más de "media tonelada de ruido y furia"
Lo más importante, es que aparece la sangre y la violencia a lo largo de toda la película sin que sea su leit motiv. Todos los esfuerzos y comentarios acerca de que se deben obviar los momentos más cruentos de las corridas y por eso los portales taurinos no publican fotos de la suerte de varas o de que deben obviarse los momentos de los descabellos y puntillas queda destrozado con la película. El interés de la tauromaquia es que es cruenta y la violencia y la sangre aparece de manera natural como consustancial a su realización. No hay regodeo en la violencia de la embestida del animal, sino evidencia de la misma, no hay una fijación con la sangre, pero aparecen crudamente la suerte de varas, la estocada, los apuntillamientos. La corrida de toros contiene todo eso.
“La vida no vale nada” es el comentario de un banderillero
tras la cogida que empotra al torero contra las tablas entre los cuernos del
toro, la vida no vale nada si no hacemos que valga algo mediante nuestra
actuación vital, para eso está la vida y el torero la pone en riesgo para crear
su actuación. Ese es un valor de la corrida de toros.
Comentarios de Albert Serra en el coloquio con J.A. Bayona. Además de sus reflexiones que son argumentos desarmantes contra los antis, como que no hay una reflexión moral sobre la tauromaquia, sino que es un hecho que se puede aceptar o no, o que no hay actitudes machistas en el desarrollo de la misma, como contestó a una pregunta envenenada en la que se podía salir por las ya conocidas argumentaciones de Julian Pitt Rivers, en la transformación del torero como figura femenina en masculina tras la penetración que significa la estocada, pero prefirió contestar directamente que no había visto ningún tipo de actuación machista de las de consumo inmediato social que tanto aparecen en los argumentarios actuales.
Me interesaron unas cuestiones algo marginales. 1. Que había
tenido que quitar todas las secuencias que no eran de plazas de primera, pues
la desproporción entre el tamaño del torero y el del toro no daban una imagen
interesante, además el compromiso y trascendencia no era el mismo, pero la
desproporción entre el torero y el toro es evidente en el día a día. 2. Que el
interés del toro estaba en que no fuera dócil, pues la previsibilidad anulaba
la emoción. 3. Una discusión con Salvador Boix, apoderado de José Tomás y amigo personal de Albert Serra en la que este se quejaba de que
no aparecía el toreo, y Serra afirma que las imágenes del toreo se ven en la
TV, pero que la emoción está en lo que no está previsto.
En fin, me ratifico, lo más interesante que le ha pasado a la
tauromaquia en los últimos años, pues además de la película en sí, que hoy se
estrena en 80 cines y ayer tuvo un múltiple en 11 salas para la entrevista con
el director, abre el debate social de los valores de la corrida de toros, de
una forma imprevista, bella y enjundiosa y por tanto artística.
PS. El arte del toreo es lo que no aparece en la película
La película es magnífica.
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