El Fandi, inefable matador de toros que lleva 18 temporadas de
alternativa, muchas de ellas liderando el escalafón de cantidad de corridas
toreadas, se encontró con una interpretación rigurosa del presidente de la
corrida que no le permitió poner un cuarto par de banderillas tras fallar en la
colocación del anterior. Desagravio habitual de los matadores banderilleros, en
esta ocasión se encontró con una interpretación restrictiva del artículo 76 del
reglamento que dice que “se procederá a banderillear a la res poniéndole no
menos de dos, ni más de tres pares de banderillas”.
David Fandila "El Fandi" y sus banderillas con las que
ha liderado el escalafón de matadores los últimos 13 años.
8 de ellos con el nº 1 y 5 con el nº 2
Sin necesidad de hacer la reflexión habitual de que si fueran
tan rectos en la interpretación del reglamento vigente otro gallo nos cantaría,
El Fandi optó por poner dos pares de banderillas juntos en su última entrada en
el toro siguiente. Obligó al presidente a saltarse el reglamento que tan
justicieramente había interpretado y se salió con la suya que no pudo hacer en
el toro anterior. Un par al violín seguido de otro al cuarteo, fue su
interpretación. Y hasta ahí llegó el interés de la corrida.
Javier Ambel y Curro Javier
de la cuadrilla de Miguel Angel Perera
Los toros de Fuente Ymbro, que tan buenas sensaciones habían
dejado de novillos en la inauguración de la temporada fueron el compendio
habitual de mansedumbre y sosería defensiva habitual, salvándose por sus ganas
de embestir a la muleta el referido cuarto de los cuatro pares de banderillas
de El Fandi. Repetidor y noble, el toro seguía la muleta de El Fandi con un
entusiasmo digno de mejor causa, es decir de mejor toreo. Pero El Fandi no está
para esos trotes y su faena de muleta fue un compendio de lo peor del toreo
contemporáneo.
Hortelano-96 que dio dos vueltas completas,
siguiendo la muleta de El Fandi al inicio de la faena de muleta
Lástima grande porque en otras manos habría sido mejor para
los espectadores y para el propio Fandi. El torero habría montado su
espectáculo, que, no hay que olvidar que es vistoso, y el toro habría caído en
otras manos que, tal vez le hubieran hecho más justicia a sus calidades. Quizá
en manos del severo Perera, con su verticalidad impostada y su gran cuadrilla o
del novel Garrido, que algo tendrá que demostrar antes de que se le agote el crédito
de la novedad, para mantener el cual, no sé si es suficiente con una faena como
la de su primer toro con el que se arrimó en la corta distancia por el pitón
izquierdo para sacarle medios muletazos con el pico, de cierta exposición y
mando, pero que no pasan de hacer una faena estimable.
José Garrido con Tremendo-132
Fotografías de Andrew Moore
Publicado en Opinión y Toros con foto de Muriel Feiner
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