(Gache: Festejo que se da en un pueblo, sin trascendencia, ni responsabilidad.) Toros que no sujeta la cuadrilla, matadores que no los paran, entradas al caballo mientras este se dirige al sitio de picar, entradas al relance, picadores que encierran al toro entre las tablas y sus caballos y no son capaces ni de dar salida al toro, ni tan siquiera de mover el caballo, banderilleros que toman el olivo sin que los toros les persigan, enganchones múltiples y remates de capote por arriba. Un desastre de lidia sin paliativos. ¿Y los toros? Se supone que para semejante desastre serían poco menos que Barrabás. Pues no señor. Dejando aparte la presentación que en el caso del 3º y 5º era de plaza de pueblo (para un gache), con unos platanitos en lugar de sus respectivos pitones acordes con el volumen, el trapío de toros regordíos y acochinados y el peso de charolés, los toros no se comían a nadie o, al menos, no parecía esa su intención. Castella sentado en el estribo Para mar...