(Gache: Festejo que se da en un pueblo, sin trascendencia, ni
responsabilidad.)
Toros que no sujeta la cuadrilla, matadores que no los paran, entradas al
caballo mientras este se dirige al sitio de picar, entradas al relance, picadores
que encierran al toro entre las tablas y sus caballos y no son capaces ni de
dar salida al toro, ni tan siquiera de mover el caballo, banderilleros que toman
el olivo sin que los toros les persigan, enganchones múltiples y remates de
capote por arriba. Un desastre de lidia sin paliativos.
¿Y los toros? Se supone que para semejante desastre serían poco menos que
Barrabás. Pues no señor. Dejando aparte la presentación que en el caso del 3º y
5º era de plaza de pueblo (para un gache), con unos platanitos en lugar de sus
respectivos pitones acordes con el volumen, el trapío de toros regordíos y
acochinados y el peso de charolés, los toros no se comían a nadie o, al menos,
no parecía esa su intención.
Castella sentado en el estribo
Para marcar el aire de la corrida después de un desbarajuste en la lidia
del primer toro, Castella se sentó en el estribo y propinó al manso media
docena de muletazos sin levantarse ni moverse, en el momento más emotivo de la
tarde, donde dejó claro que el animal no era nadie en manos de un torero.
Manzanares con Portillo, 642 Kg y cornicortísimo
Manzanares dio un sainete imperdonable en un gache de pueblo de mala muerte,
lleno de dudas y vacilaciones y cuando se decidía perpetró unas series
despegadísimas a las que los animales acudían con docilidad.
Talavante llevando con el pico a Fantasioso
Talavante tiene el santo de cara en Madrid, sus mínimos movimientos eran
jaleados con entusiasmo y desde los tendidos surgían gritos de ánimo con su
nombre de pila: “Bien Alejandro” o de censura “Tu también tienes la culpa,
Alejandro” denotando una familiaridad, a buen seguro inexistente. Pues “Alejandro” dio una muestra de que no es
nadie sin su inspiración y así hizo una faena insulsa en medio del ruedo, llena
de series llenos de pases por la derecha y por la izquierda, a pies juntos o a
compás abierto, a suerte descargada siempre en el segundo pase y despegándose
el toro en el primer pase cuando cargaba la suerte. Faena sin peso de Talavante
en una tarde para olvidar, donde, y no es la primera vez, Las Ventas es un gache
cuando vienen las figuras.
Fotos tomadas de Juan Pelegrín en Las Ventas.
Publicada en http://www.opinionytoros.com/noticias.php?Id=47101 con foto de Muriel Feiner
Pero todavía quedan algunos analfabetos taurinos que a Manzanares y otras yerbas los llaman figuras, y poderosos. Ni han visto un toro bravo o manso con dificultades en el que tengan que leer la lidia que hay que darles, ni lo van a ver. Son la monofaena del monoencaste, Un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario Carlos, pero menos hablar y más venir a los toros
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