A SANGRE Y FUEGO
Se cumplirá en esta
feria de 2014, el vigésimo aniversario de la faena de César Rincón a Bastonito,
la mejor representación de lo que para muchos aficionados es la fiesta de los
toros. Una faena frente a un toro bravísimo y fiero, que Rincón resolvió a
sangre y fuego, pasando por ello a la historia de la tauromaquia, con nuevos
merecimientos que coronaban los debidos a sus faenas de puerta grande.
Momentos de la faena de Rincón a Bastonito
Tomadas de La fiesta prohibida
Rincón había venido a
poner al toro a la distancia que le permite expresar su bravura, en la triste
época que dominaba Espartaco, como anteriormente Antoñete había dictado su
lección de distancia, gusto y clasicismo en la época de Paquirri. Tras pasar
por las figuras que torean al gusto de los aficionados, como fue el caso de
Ponce y Joselito en el año 96 y 97, llegamos a José Tomás que toreaba donde
(nos siguen insistiendo) no se puede torear, para rematar con El Cid que toreó
los toros que “no sirven para torear”.
Rincón citando dando distancia y
en trance de cargar la suerte
Tomada de Campos y Ruedos
Después nada, el
desierto, un momento negro de la fiesta de los toros, la época de El Juli.
Saldremos de esta, como salimos de las anteriores. Lo que no sabemos es como ni
cuando. Mientras tanto nos aferramos a las ganaderías con casta que llaman
duras, a los toreros valientes, a la búsqueda del espectáculo por parte de los
subalternos, y sufrimos las corridas de toros flojos y nobles, el tostón de las
supuestas figuras, los nuevos toreros que no llegan a despuntar cuando ya han
perdido la esperanza de la novedad y las jugarretas
económico-mediático-empresariales de los cárteles de toreros y/o empresarios.
Por eso ahora es momento
de recordar la faena de Rincón a Bastonito: A sangre y fuego.
Comentarios
Publicar un comentario